Sus compañeros lo llaman "silla de ruedas con alas" y es la tercera vez que intenta la fuga. Está vez lo hace desde un hospital en Mendoza, Argentina, donde estaba internado y lo atrapan a los trece días en la casa de su novia.
El "silla de ruedas con alas"dijo que el día de la fuga aprovechó que los tres guardiacárceles se "habían quedado dormidos", y que entonces aprovechó para huir.
"Le creyeron a medias. Porque no explicó muy bien cómo justo en ese momento (eran las 6 de la tarde), un amigo suyo pasaba en moto y lo subió para luego escapar."
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