Escritor discreto, tímido, laborioso, honesto, ejemplar, marginal, intimista, pulcro, lúcido: he allí algunos de los calificativos que me ha dado la crítica. Nadie me ha llamado nunca gran escritor. Porque seguramente no soy un gran escritor (Ribeyro 2008: 509).
- A ver sacame la foto justo cuando enciendo el mechero, -le dice al fotógrafo de la Embajada de Perú en París.