jueves, agosto 31, 2006

Como escribir para la web

Escriba menos

5000 palabras es un despropósito. Más de 1000 palabras intranquilizan al lector y seguro que escaparan. Debieras entonces condensar tu escrito, como hacía el Reader Digest (Digger). Nunca antes la concisión será agradecida .
Utilice cabeceras y listados
En la web la gente escanea y eso es lo opuesto a la lectura. Por ello, debes hacersela fácil para que la gente encuentre y lea solo lo que quiere leer con:
  • las cabeceras,
  • las negritas y
  • las listas
Use harto los links y haga estos para que un tonto lo vea (obvio)
Como el link es la ventaja principal de un escritor de web, a usarlo siempre y desde el comienzo. El link le da al lector una hoja de ruta.
Tu artículo debe ser el punto de partida de otros puntos de información por donde el lector, que no es cautivo de nadie, escapará en el oceano de la web, pero así debe ser según lo entendía J.P. Sartre.
Cosas comunes a linkear serían:
  • páginas de referencia
  • páginas
  • fuentes de noticias
  • audio
  • video
  • foros
  • blogs
  • aplicaciones que enriquezcan la experiencia del lector
La mejor cosa de los links
Es que el lector puede elegir que camino tomar y cual no darle bolilla. Esto te permite referite a algo sin hacer una plomiza cita competa como hacen los articulos impresos.

Link obvio
El famoso azul estandard donde hay un link ha sido erosionado por los diseñadores pero hay otros modos menos horrible que el azul, siempre y cuando sea visible como el efecto hover, el cambio de color de el texto o un subrayado,etc.

Escriba teniendo en la cabeza a los buscadores
Hoy la gente encuentra la información via buscadores. Huir de las palabras tecnicas y hacerla fácil, como el nombre de este artículo en vez de distribución digial o evolucion de los contenidos o escribir en html.
Resource: Price, Jonathan, and Lisa Price. Hot Text - Web Writing That Works. Indiana: New Riders, 2002.

Traducido y condensado de un artículo de Adam McFarland

miércoles, agosto 30, 2006

A por ellos

Te aseguro Raúl que si se enteran en el pueblo que a un extranjero le está yendo bien, van por él.
No creo, le contesto a Pepe, mmm, me parece muy fuerte, no sé, no lo veo.

Me estoy tomando un tinto de verano, en el pueblo de Mojácar, hoy es lunes, y festejamos con cierto atraso el cumpleaño de Pepe. Bati se ha pedido una coca cola. Susana me mira y me pregunta porqué soy optimista, sí, me dice, yo trato de ser positiva, estoy de acuerdo, pero cómo, cómo hago cuando no tengo un peso y tengo que llevar a mi hija al médico. Susana se ha quedado mirándome, perpleja, esperando una respuesta positiva, abierta a que la convenza, que la saque de su pesimismo; ella hace una fría evaluación: lleva cinco años en España y le deben a todo del mundo, lo que entra en su negocio de cerámicas se lo devoran las urgencias. Apenas podemos hablar, la música está a tope en el escenario, parece que algo se festeja hoy, la camarera, de unos 24 años me mira, es hermosa, pienso, seguro que espera que volvamos a consumir.

Bati me desafía, no entiende mi optimismo, ella que trabaja 12 horas diarias, de lunes a lunes, bueno, le digo, ya lo has dicho 10 veces, que trabajás de lunes a lunes. Ella reacciona y Pepe modera, me mira, yo la entiendo, me dice Pepe y me habla directamente a mi. Bati sigue lamentando su heroismo de lunes a lunes y que estemos igual o peor que cuando llegamos hace cuatro años.
Nos pedimos otra vuelta, yo repito el tinto de verano, Bati se pide un café irlandés,Pepe una caña. El bar está lleno de ingleses, a uno le faltan varias piezas dentales, son ingleses pobres, son los que llegaron primero a Mojacar, no son los de ahora, los de clase media baja en su mayoría que vienen a esta zona a sentirse importantes, bien tratados; son mineros del norte, retirados del sur, marineros repletos de tatuajes.

Si no te saludan no tenés que problematizarte, les digo, poniendome en famoso gurú, creyéndome lo que estoy diciendo, todos me miran, no entienden mis palabras, Bati las ironiza, pero a quien le interesa, declara ella, si te saludan o no te saludan los cuevanos, eso ya esta superado, me va a decir a los dos días, cuando estemos viendo Hospital Central, a las once de la noche y a mi se me ocurre sacar el tema de la charla en el bar. Yo me voy a Pepe, que lo veía pesimista, y a Susana desolada, pero Bati va al grano, ¿pero y nosotros, que pasa con nosotros? o acaso estamos mejor que ellos? Yo voy decir diez veces o las que se me de la gana que trabajo de lunes a lunes, me dice, mientras yo procuro estar atento inmutable, procurando que sus palabras no me afecten. Bati sigue inventariando nuestras desgracias, de nuestra incapacidad monetaria de pagar los estudios universitarios de nuestra hija en Granada, si no fuera por la beca, sí la beca, me dice, levantando la voz. Todo va mal, repite y ridiculiza que yo esté inflando globos, que esa no debiera ser mi función, y la cosa sigue hasta que me voy acostar.

Es la una de la mañana, hace unos 25 grados y disfruto de la cama, del sueño que me va llegando de a poquito y pienso que a veces el sueño, el dormir, es un anuncio de la muerte, de la tranquilidad, de que cuando uno duerme desaparecen las deudas, las luchas y todo se transfigura, sigo disfrutando de esa suave transición al sueño y se me ocurre un cuento, se trata de un grupo de amigos, una secta para la gente, que considera que el hombre solo logra la felicidad en este mundo mientras duerme. El grupo considera que la solución no es el suicidio o cambiar el mundo, sino dormir, dormir cada vez más, de ser posible dormir todo el tiempo y reservarse una hora para comer y luego seguir durmiendo. Si es necesario apelar a ciertas plantas o drogas habrá que hacerlo, aquí no hay moralina. Pero queda el problema de la producción económica, de quién trabajará para los dormidos. Bueno pero si todos dormimos, no hará falta mucha producción, todos los objetos los construirá el músculo del sueño.
Se trata de producir lo suficiente para que la humanidad pueda dormir unos cien años más, pensando en los que recién han nacido.

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miércoles, agosto 09, 2006

Como en Morel

Si uno pudiera solo vivir aquella parte de la vida que fue feliz, digamos el día que ella apareció por el garage de su casa y llevaba un pantalon lleno de colores y una sonrisa que nunca había encontrado antes y entonces hacer que ese día se repitiera desde la mañana temprano, luego mi llegada en autobus a la casa de Kuky y allí estaba ella, contra el sol, sonriendo y sus pantalones de colores, todo transcurre hasta la noche que me voy a mi casa con la promesa de que que voy a ser querido, cuando caigo en sueño, vuelvo a despertar en el mismo día, pero sin saberlo, algún procedimiento mágico o científico, ha hecho ese artificio y llego en autobus a la casa de Kuky, en el barrio San Ignacio, mientras camino divago con lo de la caracterización del peronismo, como un gobierno burgués nacional, con Gramsci que he empezado a leerlo y Kuky me recibe, estudiamos y a la tarde aparece ella en el garage de su casa, con el pelo recogido, un pantalon con flores y una sonrisa que impacta, a la noche vuelvo a mi casa, y en el autobus, se que hay una promesa de felicidad que seguro se cumplirá, estoy molido y caigo dormido.
Al otro día que es el mismo día, pero que un artificio ha procurado que no lo sepa, me voy en autobus a casa de Kuky, ella tiene ojos verdes y es mi compañera de estudio, estudiamos juntos y a la tarde me la presenta, y pasamos el día en el garage de su casa, convertido en sala de estar, ella sigue con su sonrisa y el pelo recogido. Estoy casi seguro que le he caído bien, por lo menos a mi me ha caído bien, estoy, puedo llegar a decir enamorado y cuando vuelvo en el autobus a mi casa, intuyo la felicidad que se me viene y con esas divagaciones me quedo dormido.
Al otro día, que es el mismo día, me despierto temprano, me afeito y salgo de mi apartamento camino a casa de Kuki, para estudiar juntos geografía humana, me llevo unas carpetas con los apuntes y el programa. Pasamos la mañana estudiando, pero a la siesta, cuando salimos a la vereda, la encuentro a ella, frente a su garage, con una sonrisa que es un flechazo. Luego me la presentan y pasamos al garage de Kuky, reímos de cualquier cosa y cuando me vuelvo, no puedo con la felicidad que siento. Me duermo y al otro día, que es el mismo día me voy a casa de Kuky.