sábado, diciembre 17, 2005

Pasto virtual


"Algunos negocios se sustentan en un producto imaginario de gran especialización,..."
Alberto Wilensky

"¿Quieren ustedes la guerra total? "(Clamor: "Sí, sí, sí" - Aplausos) "Si fuera necesario, ¿quieren ustedes una guerra más total y más radical que lo que hoy no podríamos ni siquiera imaginar?" (Clamor: "Sí" Aplausos)

Si el 80% de lo que consumimos es imaginario, es decir símbolos, temores, anhelos y todo aquellos que es manipulación publicitaria y del sistema y solo un 20% es verdadero consumo, ¿qué pasaría si cada uno de nosotros nos negáramos a consumir ese 80%?

Respuesta
Podríamos trabajar un 80% menos, es decir unas dos horas diarias de lunes a viernes. Consideremos esto y no lo rechacemos de plano, meditemos con esta posibilidad y no dejemos que los demonios internos que nos han metido de la cacareada ética del trabajo o lo que es peor aún la de aquellos que saben que el trabajo puede ser horrible, pero quieren consumir pasto virtual: moviles con cámaras, mandar sms a Gran Hermano o Crónicas Marcianas, irse de vacaciones a los siniestros Marina Dors, etc.

De todos modos los grandes ejecutivos de las empresas, jóvenes que son rápidamente engullidos y reciclados y que son -como el imbécil de la propaganda de Jetta- comprados con vacaciones pagas, coches y otros espejos de colores, pero eso si, dan su sangre, su alma. En cambio el que trabaja en un Mc Donald o de reposicionador en un supermercado, sabe que su trabajo es basura y solo le han tomado el cuerpo, es un acto de vudú. De esos jóvenes "jetta", conocí a uno, muy imbécil por cierto, de una promotora en Vera, soberbio, basura con sus empleados, prepotente, siempre con el látigo a mano, contando sus aventuras en Santo Domingo con prostitutas y es que a esta gente no puede darles para más. (debo tranquilizarme, tomar mi valium o mi valeriana; allí viene la enfermera con la inyección, ¡up pecatum!)

Consideremos como los Goebbels y los Wilensky de la publicidad nos manipulan para que consumamos ese pasto, porque a esos creativos no les pagan para que escriban una novela o una obra de teatro, les pagan para que hipnoticen a la gente para que se coma el pasto virtual y que incluso pidan más. Si no quieren más pasto virtual, las mulas dejaran de tirar del carro. Es necesario que las bestias tengan alguna espectativa cuando lleguen y es la de ese pasto virtual.

El problema del capitalismo es que si seguía con el pasto real, las bestias, que somos nosotros, ya con dos horas diarias nos alcanzaría para el pasto, por eso inventaron ese pasto que es infinito.

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2 comentarios:

Fernando Polo dijo...

La idea de la manipulación publicitaria o de los jettas, no es una idea poco original, ¿no?

Jettas los hay en la publicidad, en la empresa, en los sindicatos o escribiendo blogs. El problema es el Jetta, o el moralista (el fariseo), no la manipulación.

Yo siempre he querido pensar que si me manipulan, es porque yo quiero. Y si es lo que yo quiero, es mi libertad. Y si es mi libertad ser manipulado, nadie tiene que venir a decirme que lo estoy siendo.
Si alguien es lo suficientemente horizontal, para no darse cuenta de que está siendo manipulado, merece que lo sigan manipulando (salvo discapacidad mental declarada).

Suelo tener una fe ciega en las personas, aunque sé que estoy equivocado. No me importa. Es el único punto de partida para matar al moralista.

Raul Lilloy dijo...

Fern dice
"Yo siempre he querido pensar que si me manipulan, es porque yo quiero. Y si es lo que yo quiero, es mi libertad."
Puede que sea tu caso, no se extrapolar esto a todas las personas, algo así como decir si soy víctima es porque lo quiero ser, o el argumento del "por algo sera" que lo detienen o que tiene problemas con la policía. Convertimos en sospechoso al manipulado, a la víctima y no al manipulador.
Yo solo describo en los hechos una manipulacion, no me hago el moralista y estoy lejos de ser ejemplo de nada. Pero qué, está mal que diga como se diseña una campaña, usando la sicología de Lacan, o de la teoría de las motivaciones para generar un consumo innecesario, para trabajar sobre el miedo de los adolescentes a la no pertenencia y crear una ropa que les da pertenencia. ¿Me tendría que callar?
Creo que es bueno desmantelar esos mecanismos, a mi me ha servido cuando leí a Barthes, su libro Mitologías, donde decodifica varios mitos.