Hay un judío que le gustan las ideas nazis, primero no le da importancia, pero esa idea obsesiva se le impone, primero en sueños, cuando se ve desfilando, portando el estandarte de la Szvastica o como lugarteniente de Hitler y gritandoles "a ese métale caña mi furher". Quema todos los libros de Hitler que tiene en su casa, pero esa idea obsesiva por el nazismo no desaparece, al contrario se incrementa y es cuendo le llega la frase de Oscar Wilde, eso de que la mejor forma de superar una tentación es no resistirse a ella, entonces se hace soldado israelí y se convierte en el más feroz militar cuando entran en los campos de refugiados palestinos, en un momento y en otro momento y hasta el hartazgo, se le va la mano y sus compañeros lo advierten, algo raro hay en este soldador que mete tanta saña contra los palestinos, más allá del deber. Es siempre él, voluntario para torturar palestinos o para secuestrar, o lo que sea para hacerles la vida imposible a los palestinos; sus superiores lo vigilan y lo encuentran inf raganti vestido de Eva Braun en un baño pidiendo a un palestino que lo azote, como lo hacía Hitler.
miércoles, diciembre 26, 2007
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