Autores como Jaime Rosales, Rafa Cortés, Peré Portabella, Jose Luis Guerin, Jaume Balaguero, y otros, han creado una nueva escuela o generación, la de los autores de bodrios de autor, ó el cine de autor o el hágalo usted mismo, total, vaya gente al cine o no vaya, se trata de una industria subsidiada por el gobierno y siempre le podremos echar la culpa al monopolio de la industria cinemátográfica americana o a las cadenas de cine o a los chinos como hace la industria textil española, que debiera también reclamar un subsidio al gobierno español.
De fracaso en fracaso de público, que es un tema menor, si al fin y al cabo conseguimos que un director viva mejor que el rey y ademas nos ahorramos a los guionistas, dado que el bodrio de autor, supone que el director es el guionista, lo que tambien contribuye al ego de este y a que no tenga que apelar a costosas sicoterapias para mejorar su autoestima.
Algún día, todos estos bodrios serán reconocidos, probablemente ya no estarán los directores, salvo los sue criogenen o donen sus cerebros al instituto del cine. Reconoceremos en todos ellos un ego gigantezco, heliocéntrico pero mas que eso, hallaremos un revival de la picarezca española, de aquella de producir un cine sn puertas ni ventanas, que se está rodando para fantasmas, eso si de vanguardia y que sin embargo no dio lugar a una bohemia, sino a gente, que por cierto que vive muy bien.
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