miércoles, julio 12, 2006

consumo emocional

Me gustaría hacer un estudio que desagregara el consumo de los paises ricos por aspectos emocionales que ese consumo satisface o tapa.

No quiero entrar en puritanismos de eso de hablar de la codicia, o de que tanto aquí y nada por allá,etc. Tampoco de ecologismo, de que las selvas que se terminan, las costas que se urbanizan, los pájaros que desaparecen o el recalentamiento global.

¿Por qué la gente gente consume? ¿Puede ser porque tiene miedo, porque quiere parecerse a los demas, porque quiere ser aceptada, porque tiene infinitos miedos y cada producto es una promesa de tapar el agujero del miedo?

Si fuera así y practicando la regla de tres compuesta podemos decir que es el miedo y no la codicia o el afan de poder o el mal, lo que retroalimenta la continua degradación de la tierra.

1 comentario:

Isabel Batteria dijo...

Bueno, yo creo que el consumo es una respuesta a todas las cosas malas que agobia a la gente. El consumo es una satisfacción inmediata (o como se diga, estoy tratando de recordar el término y no puedo). Se han hecho estudios que demuestran que las personas prefieren los beneficios a corto plazo que a largo, y más aun cuando ese beneficio les hace sentir bien. Y a quién no le hace sentir bien comprarse algo. Da un sentimiento (aunque quizás falso) de control. Yo me gasto mi dinero en lo que yo quiera, aunque no lo necesite. Y aunque realmente no me lo pueda gastar. Para pagar el alquiler me las arreglaré más tarde.

A lo que quiero llegar es que pienso que la gente compra y compra porque está deprimida porque el mundo está jodido y jodido y se quieren sentir mejor. El consumo aumenta según el mundo se jode cada vez más. En especial cuando la jodedera del mundo afecta directamente a un individuo. En fin, la gente está enferma en general, por eso incurren en conducta enfermiza.

Claro, también está el factor, que no discutiré mucho, que defiende Chomsky, de que todo es una distracción para que no nos fijemos en los problemas reales. A lo mejor todo lo que las empresas gastan en publicidad y en crear productos inútiles es una conspiración conjunta al gobierno para distraernos.