viernes, enero 27, 2006

El ultimo fotograma: segunda parte

Los procesos de dilapidación
son desmoronamientos organizados

Emily Dickinson, 997


Mario Franco sufría de Párkinson que afectaba su faceta seductora. A Mario le gustaban mucho las mujeres y el cine de autor, escribía notas en diarios y revistas, era profesor de sociología, usaba una cruel ironía en los bares, vendió perfumes, fue echado de la facultad por comunista, se casó, se divorció, tuvo muchas parejas, tuvo novias, se reía mucho, seseaba cuando decía Althuzzer, mucho café, poca cátedra, mucha piscina de la Universidad para mirar a las estudiantes en bikini, tuvo un dodge 1500 y hasta un cine.

Ya casi no salía. Seguía temblando como el Papa. Pudo ser muchas cosas, pudo, pudo, pero en 1976 llegó el innombrable y lo mandó a vender perfumes por las farmacias de Mendoza. Su ironía se volvió cruel en los que caían por su mesa de café.

Quiso, quiso, escribir una película de Lencinas, un amigo de los pobres, eso decía Raul Silanes quien contó que Mario le llamó una vez, a las tres de la mañana. Había leído sus dos novelas "Devolución de babel" y "Ajicito", y queria usar uno de sus personales para la película acerca del asesinato de Lencinas. "Y para eso me despertás grandísimo cabrón", le dijoRaúl furioso pero contento de conocer que hay gente que no solo la mueven los cargos académicos y políticos, como los amigos de Franco. Mario se exilió dentro de un puercoespín, pero sus amigos sólo estaban esperando y puede que pensaran que el golpe los encontró en el lugar equivocado.

Cuando cayó el innombrable, los amigos de Franco se pisaban entre ellos -como en las ofertas del Corte Inglés- para ver quien llegaba primero a los cargos de directores de proyectos del Pnud, Unesco, Cepal, Oea, Unicef y otras siglas. Elaboraron a carradas "papers" informando lo obvio: la pobreza, la infancia pobre , la educación pobre, el extremo analfabetismo, la delincuencia y la dependencia a EEUU en America Latina; con los papers aprobados por sus jefes y el cheque en camino, se fueron a sus casas, donde en pantuflas arrellenados en sus sofas veían su programa favorito por cable.
Pero Mario siguió exiliado y se arropó en sus bromas macabras, en un Althuzzer patético y en su proyecto Lencinas que tenía en su cabeza.

Silanes nunca vio un fotograma ni nada parecido de su supuesta película, salvo borradores de una especie de story board que dibujaba él mismo a mano en servilletas sacadas de las mesas de los bares).
-Me contaba una escena - sostiene Silanes- y yo que soy bueno para darme manija en ese sentido, le decía que metiera tal o cual cosa y nos extendíamos en una charla de "imaginero"" por tres o cuatro horas, totalmente sacados de la realidad circundante (circundante es una palabra de mierda), mejor dicho, reinante (tampoco), la realidad de los demás, sería exactamente lo que sucedía.

Para Mario algo no había vuelto, sí teníamos democracia, juzgaban relativamente a los innombrables, el discurso de los políticos estaba siempre cruzado de referencia a los desaparecidos, pero el notaba que no era lo mismo, que "algo" faltaba. No sé, no sé. Algo, algo que ya no encontraba en su ambiente, porque "eso" estaba y dejo de estar, muy simple, y aún con la democracia "eso" no volvió, entonces para que salir del exilio, en el exilio siempre hay la esperanza de volver, por eso yo, Mario Franco, mantengo mi exilio y el peor de los exilios el interior, ando por las mismas calles, tengo la misma cara, la misma sonrisa, pero ellos no saben que yo estoy exiliado.

En la noche del 18 de noviembre, Mario, sin avisarle a nadie, sale volando por la ventana.

No ha entrado en ninguno de los agujeros de luz de los que hablan algunos libros. Tiene puesto sus anteojos, su mismo pelo, su camisas de manga corta hasta en invierno, esos zapatos tipo mocasines con hebillita plateada. Y está con su maletín, sus pantalones marrones con el ruedo hecho pelotas. Nadie lo puede recibir porque Mario sabe que la nada no existe.

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No filtering no service


Año 2006, el anciano Adolf Hitler gobierna de nuevo Alemania con mano de hierro. Sigue siendo un dictador, y vive poniendo reparos a la hegemonía de Inglaterra en la Unión Europea, tampoco acepta los protocolos europeos referidos a garantías en el ejercicio de la libertad de prensa.

Bruselas ha ido cediendo, uno por uno todas las demandas de Alemania. Hitler siempre aclara que no es el mismo, porque han cambiado las circunstancias y saca a relucir el tratado humillante de Versalles y los compara con el posterior a la segunda guerra mundial.
-EEUU nos trató muy diferente que nuestros vecinos Franceses, pero dejemos que los muertos entierren a los muertos -termina diciendo y le da un abraso a Jacques Chirac, mientras lo acompaña a recorrer la esta mega feria mundial del video-juego celebrada en Hamburgo.

En la Alemania de Hitler toda inversión de capitales debe contar con la firma directa de Adolf, o mejor dicho todo contrato que supere los 1000 millones de Euros lleva la firma del canciller y Adolf no quiere ninguna página ofensiva sobre su persona donde lo tachen de criminal por tener la ley de eutanasia mas avanzada de Europa, como él se vanagloria, o de antisemita porque le ha puesto de nuevo regulaciones al capital usurario judío o del origen que sea y que está de nuevo ahogando el desarrollo de Alemania.

Cuando Adolf vio en la feria el Call of Duty 3, corrio al stand de Activision y se puso a jugar; las cámaras no dejaban de disparar sus flashes con la imagen del hombre más poderoso del mundo riendo y jugando en una consola -box. La foto dio la vuelta del mundo acompañada de sus declaraciones de que quería poner freno al libertinaje que había en Internet y que ofendia al pueblo alemán, por todo lo demás, aclaró, le doy la bienvenida a todas las empresas tecnológicas que quieran instalarse en nuestra patria.

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jueves, enero 26, 2006

isuani, tenti, martin y otros muertos vivos

Mario Franco eligió la muerte porque no podía estar vivo en un mundo de muertos. Probablemente se fatigó de los cadáveres de su generación que movían la boca, sus ojos y hasta reían como los muppets, pero el sabía que estaban muertos y puede que nadie le creyera, que toda esta gente devenida en mercenarios intelectuales ya eran robóts, máquinas cerebrales perfectas -no tanto- con el alma en otra parte si creemos que hay vida después de la muerte.

Puede que Mario haya leído el libro de los Muertos, para saber a que atenerse en el camino al cielo donde seguro los verdaderos Emilio Tenti, Paco Martín, Aldo Isuani, lo estarán esperando para tomarse un café en el Café de la Paix celestial.

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El libro de las bienaventuranzas



Bienaventurados los ricos,
porque ellos están siendo saciados.
Bienaventurados los que ríen,
porque ellos la pasan muy bien.
Bienaventurados los ricos de espíritu,
porque disfrutan de la vida.
Bienaventurados los que no quieren esperar
porque no serán timados con falsas eperanzas.
Bienaventurados los agresivos
porque se cuidaran de engañarte.
Bienaventurados los que son temidos,
porque lo pensarán dos veces antes de estafarte.
Bienaventurados los que gozan
porque nadie les quitará lo bailado.
Bienaventurados los que no quieren ser víctimas,
porque no se te acercarán explotadores, mentirosos y falsarios.
Bienaventurados los que les da igual su reputación,
porque vivirán como les gusta.
Bienaventurados los que creen solo en este mundo,
Porque se la jugaran toda en una sola carta.
Bienaventurados los que no entierran muertos
porque no apestaran a carne podrida.
Bienaventurados los que tienen sentido del humor
porque les hará falta.
Bienaventurados los incrédulos,
porque ellos poseerán la verdad
Bienaventurados los que lloran de alegría y amor,
porque ellos no necesitaran consuelo.
Bienaventurados los que sacian su hambre y sed de justicia,
porque no hay como ver en la carcel a los injustos
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos tienen la misericordia
Bienaventurados los limpios de corazón pero que no son tontos,
porque ellos verán a Dios si existe y si no la pasarán muy bien.
Bienaventurados los pacíficos pero que enseñan los dientes,
porque ellos serán llamados -hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución a causa de la justicia pero son precavidos,
porque de ellos conjeturalmente es el Reino de los Cielos.

El octavo círculo

Probarás la amargura del pan ajeno
y la dureza que supone
subir y bajar las escaleras de otros.

Tu primer refugio y tu sola recompensa,
los deberá a tu soledad y al arte que hace nacer.

Canto XVII del Paraíso, Dante




A excepción de mi familia, de Juan, de algunos amigos como Manolo o Luis, y de gente que apenas conozco pero que se brindan en pequeñas cosas, puedo hablar de los otros, de aquellos que seguramente inspiraron a Dante Alighieri al escribir La Divina Comedia, en especial la parte del inferno y de ella en especial la del octavo piso, donde residen en una barraca todos los falsarios. Porque Dante tuvo una vida de intrigas y envidias de pueblo en una Florencia de 30.ooo habiantes y todo aquel que ha vivido en un pueblo sabe del infierno de inevitablemente - todos los días- encontrarte con gente que es detestable, que en cuatro años nunca los has visto bajar la guardia y que por lo tanto no sé cómo son, solo sé que actúan en el sentido teatral.

Todos los días te fatigas de gente que prefirirías no ver más en tu vida pero el pueblo es tan pequeño que te topas con ellos por las calles o sabes que como las arpias te miran desde alguna celosía. Este bestiario está formado por: pesados, hipócritas, falsos cristianos, mediocres, resentidos, envidiosos, xenofobos, codiciosos e incestuosos mentales que todavía creen que la tierra es plana y su centro es la plaza Glorieta Sotomayor.

El error en la arquitectura de la Divina Comedia fue separar los pecados del apetito como la gula o la codicia de los pecados de los malignos como es el de los falsarios, hipócritas y simuladores.
Esta clasificación complica la tarea de distribuir a los que van llegando, porque la gente codiciosa, ejerce la falsedad para lograr su codicia. Puede que Dios en toda su gloria y sabiduría desdoble las personalidades y mande una mitad al piso de la codicia y la otra parte a la de los falsarios.

miércoles, enero 25, 2006

silla con alas

Sus compañeros lo llaman "silla de ruedas con alas" y es la tercera vez que intenta la fuga. Está vez lo hace desde un hospital en Mendoza, Argentina, donde estaba internado y lo atrapan a los trece días en la casa de su novia.

El "silla de ruedas con alas"dijo que el día de la fuga aprovechó que los tres guardiacárceles se "habían quedado dormidos", y que entonces aprovechó para huir.

"Le creyeron a medias. Porque no explicó muy bien cómo justo en ese momento (eran las 6 de la tarde), un amigo suyo pasaba en moto y lo subió para luego escapar."

lunes, enero 23, 2006

El último fotograma


"Estalla el ventanal y aparece un ángel de alas trizadas. Permanece ingrávido unos instantes, luego se eleva y contempla la aldea, sus muros , allá el Castillo que es nieve y bruma, lejos las montañas, el volcán humeante y rodeando todo: un mar oscuro y muy lejos un fuego.
Desciende lentamente."

El libro de los suicidas




Cuando los militares me echaron de todos lados, recalé en la farmacia de mi hermano. Un día apareció por la farmacia Mario Franco, otro echado de la facultad, pero como profesor de sociología. Mario vendía perfumes Fittipaldi.

-Allí está Mario Franco - le dije a mi hermano Ricardo, que permanecía en el laboratorio de la farmacia y lo miraba de reojo desde la trastienda.

Ricardo salió al mostrador y saludó a Mario, conversarón un poco de política y como al pasar, mientras Mario afilaba su lápiz para levantar el pedido, Ricardo le recordó la nota periodística que Mario había escrito donde no lo trataba muy bien. Mario no volvió aparecer por la farmacia y desde ese momento levantó nuestros pedidos por teléfono.

Ricardo me contó que la nota de Franco, lo ridiculizaba, diciendo que estaba con los burócratas sindicales por una confusión mental. Mi hermano había sido diputado provincial por la JotaPe-Juventud Peronista- a los 24 años. La JotaPe que pertenecía a la Tendencia revolucionaria y conducían los Montos -Montoneros- habían impuesto a Martinez Baca como su candidato, lo mismo habían hecho en Buenos Aires, Córdoba y otras provincias, en un clima de asamblea popular con gente portando cadenas y fusiles entre los bandos en pugna (Hay un libro inédito de Raúl Silanes que describe muy bien esta época).

Mientras que Martinez Baca era el candidato de la Tendencia, el vicegobernador había sido puesto por los muchachos de la CGT (confederacion general de trabajadores). Se tratata de Carlos Mendoza y además de ser metalúrgico, había estado en la cárcel por confrontar a otras dictaduras militares como planear un atentado en un puente por donde pasaría un general de la dictadura.

Los dirigentes sindicales se llevaban atroz con los jovenes de la tendencia y despúes que un comando monto asesinara a Rucci -presidente de la CGT y hombre de confianza de Perón- la incompatibilidad de carácteres se convirtió en fuego cruzado.

Volviendo a Mario Franco y a la farmacia, cuando Mario afilaba el lápiz, estábamos en 1977 a un año de la dictadura del innombrable. Mario había perdido su cargo académico de profesor de sociología, mcuhos habíamos sido convertidos en estudiantes expulsados y otros, con menos suerte eran miembros residentes de cárceles o habían sido invitados a dejar este mundo.

Mario Franco junto a Emilio Tenti, Isuani y Paco Martín fueron la banda de profesores que promediando los 27 o 28 años condujo los cambios académicos en mi facultad cuando estaba Campora de presidente y todo parecía ir camino a nuestros sueños, pero eso duró menos de tres meses. Aquella era una generacion de profesores brillantes, lúcidos, inteligentes, libertarios y que siempre se estaban tomando cafe con los estudiantes. Sus despachos eran abiertos y fuera lo que fuera te escuchaban y podías con ellos construir una propuesta nueva.

Mario Franco era apostol de Luis Althusser, un marxista estructural que nos parecía muy didáctico para conocer los principios del Marxismo, pero demasiado teórico para nuestros deseos de instaurar una patria socialista. Nuestros modelos eran intelectuales como Gramsci, Lenin, Mao, Trotsky, Guevara, Ho Chi Minh y hasta había cabida para leer a Stalin y Perón, y a este con muchas reservas e interpretaciones dudosas que le hacían decir a Perón cosas inverosimiles.
Hasta cierto punto Mario era muy respetado, pero por otra parte parecía agotarse en una estetica del discurso sociológico, porque Mario en realidad estaba enamorado del uso inteligente y bello de las palabras. No puedo recordar ni una frase de Mario, pero su inteligencia lo rodeaba como un halo, y la disparaba en los bares, su verdadera cátedra, por que la cátedra real en esa éppoca y la que le devolvieron después, lo aburría un poco y siempre miraba el reloj a la espera del recreo para ir a tomarse un café.

El paraiso duró poco y en solo un año el infierno fue evidente. Nos hacían visitas temáticas todo tipo de grupo de derecha, vestidos a la usanza con cadenas, fierros y sus gafas oscuras. Fue la época en que a los profesores no podía dormir tranquilos por el efecto ensordecedor de las bombas que ponían en sus portales.

La descomposición se aceleró con la muerte de Perón y cuando asumio el fastidió de su esposa Isabel, todo el poder fue para el más fascista y esotérico personaje: El astrólogo y nigromante Lopez Rega. A él le debemos un oratorio pagano en Gaspar Campos -pero que lamentablemente para los arqueologos fue demolido- y la infame tres A con la que se dedicaba a matar y asustar abogados, artistas, intelectuales y dirigentes revolucionarios y haciendo un delivery que mataba a domicilio en pocos minutos, estuvieras donde estuvieras: dando clase o conversando con tus amigos en el bar.

Argentina olía a podrido y lo mejor, si todavía no era demasiado tarde, era huir o quedarte en casa con las pantuflas mentales, porque la policía y los grupos armados de derecha hacían redada en las calles y los bares. El "me tiene que acompañar para averiguación de antecedentes"lo que significaba casi siempre recibir torturas, domir en calobosos y si algo peor que era la muerte y desaparición o viceversa.

Con el golpe militar del innombrable de marzo de 1976,vino la diáspora académica y la mayoría de los profesores expulsados recalaron en otras universidades solidarias en Brasil, Ecuador y Francia. Pero Mario fue uno de los que se quedo haciendo ese gris estado de la materia llamado: exilio interior, y que consistía en pasar desapercibido, hablar lo menos posible de política y tratar de guardar las ideas revolucionarias en algún depósito profundo del cerebro; condiciones para poder sobrevivir. Algo parecido a lo que hacía el personaje de El cazador de Sueños de Stephen King, cuando el extraterreste quería penetrar en sus sueños y el trataba de pensar en otra cosa.

A Mario le gustaban mucho las mujeres y tuvo bastante éxito. Mario era un ejemplo de que ser ingenioso es bueno para conseguir mujeres y las mujeres que rodeaban a Mario eran casi todas hermosas, jovenes, algunas un poco perversas e intelectualmente despiertas.

Con la vuelta de la democracia, nos habíamos convertido en sombras y Mario ahora definitivamente se aburría en su cátedra, salvo cuando citaba algunas alumnas para explicarles algun punto de la teoría sociológica o la teoría de la infraestructura en Gramsci. Muchos que antes habían sido brillantes alumnos y profesores, se dieron cuenta que tenían un arma muy demandada por el sistema:"la lucidez" pero que convirtieron en astucia para podersela vender a oportunistas políticos. Otros decidieron la "cuenta propia" y se lanzaron a trepar la pirámide política y acedémica, con excelentes resultados para ellos y sus familias.

En su cátedra de sociología Mario era un dios griego de la decadencia, un post-helenista que jugaba ahora solo con ironía las ideas de la sociología moderna. Como buen griego amaba los baños y en verano estaba casi todos los días tomando sol en la piscina de la Universidad. Allí parecía un viejo león cansado que acechaba a sus presas y cuando encontraba una pieza adecuada se levantaba y atacaba con su ingenio. A veces volvía con alguna presa entre sus garras que le duraba un tiempo y otras, sufría el desgaste de las ironías, de lo de ser tachado de viejo verde, ridículo, baboso, etc.

Su vocación ahora eran las horas de consulta y en especial con las jóvenes que no superaran los 24 años; a ellas las invitaba en grupo a tomar un café fuera de la facultad e imagino que se iria decantando por la que le parecía mas linda y despierta.

Me enteré de lo que le había pasado a Mario por un comentario al pasar de un amigo pero que daba por sentado que yo lo sabía. Puse el Google y apenas encontré dos notas haciendo referencia a la tragedia y todo eso me recordó el episodio: "Cuando el cielo de abrió" de la serie La Dimension desconocida. Se trataba de un grupo de tres astronautas que habían retornado de su primer vuelo espacial. Uno de ellos se siente raro y llama a sus padres, quienes le dicen que nunca habían tenido un hijo, pero al otro día el desaparece y quedan solo dos, Forbes y Gart, pero Gart no recuerda al primero. Pasa otro día y desaparece Gart, quedando solo Forbes que abre un periódico que habla de una exitoso viaje espacial de un solo tripulante. Forbes está desesperado, puede que mañaná ya no esté y cuando faltan minutos para las doce de la noche, entra en una cabina telefónica y llama a su esposa. En la siguiente escena el tubo se ha soltado y cuelga, y la cabina esta vacía, se oye una voz que dice hola, hola, es una mujer que ha recibido una llamada y no sabe de quién.
Al otro dia un hombre lee el periódico en un bar,la cámara enfoca en un titular que reza: La misión espacial no tripulada fue todo un éxito.

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