sábado, abril 27, 2019

El estadio de los espejos

Imagen choreada y retocada de https://www.cronista.com/we/Libros-politicos-todo-vale-para-un-candidato-en-campana-20110520-0006.html


A Pr  que me ayudó a escapar del valle de los espejos


Cuando hace un tiempo corregí un libro, esa persona me decía: lo que quiero es impresionar.
Y cuando un político decide escribir un libro lo hace con una finalidad distinta a la de un escritor, de un suicida o de un mortificado adolescente que lleva un diario secreto. Lo mueve impresionar. El libro es una palanca que abrirá algo y hay un "yo se que vos pensas, que yo pienso que vos querés que yo piense...", es como un reino de la obviedad, tanto emisor como receptor, saben que ese libro tiene ese pequeño y miserable fin y por tal motivo los libros de los políticos suelen terminar en las mesas de oferta o en la segunda guerra mundial.
Señor Juez:
Lo mismo vale la pena leerlo, aclaro.

De cuando le quisieron poner Borges a las provincias Perón



Recuerdo que era un día de sol hermoso, lleno del hormigueo popular, en las calles atronadas de vehículos. Un día asaz cálido y de tersura perfecta. 
...
A eso de las once cayeron las primeras chispas. 
La lluvia de fuego, Lugones




En 1955, cuando fue el Golpe Militar, habían dos provincias que se llamaba una Eva Perón y la otra Presidente Perón, cuando un secretario privado de Lonardi le propuso ponerle a la primera, Jorge Luis Borges y a la segunda Leopoldo Lugones. El argumento era que eso promovería la lectura de Lunario Sentimental, la Guerra Gaucha o Las fuerzas extrañas. Para ese secretario privado que se reemplazara en las escuelas la enseñanza de La razón de mi vida por El Aleph de Borges permitiría un crecimiento intelectual importante en los alumnes. 
Incluso la obligación de los estudiantes de leerle a sus padres en el almuerzo e incluso en los desayunos de Funes el memorioso, El muerto o la Intrusa.
El afiebrado asesor agobiaba con sus locas ideas a Lonardi, ya bastante acosado por sus lugartenientes cuando dijo eso de que no habría ni vencedores, ni vencidos, una idea de su asesor croata.
Terminó alejándolo, un día el croata no pudo entrar a la Casa Rosada, los Granaderos se lo impidieron. Volvió a su pensión en El Once y se voló la tapa de los sesos.

Universo y biblioteca en expansión

Mi biblioteca, la de papel y la digital sigue creciendo a un ritmo muy superior a mi capacidad de leer. Por otro lado se expande aun más febril el ritmo de publicación de libros, sumado a que ahora las máquinas dotadas de sutiles inteligencias artificiales escriben libros.

miércoles, abril 24, 2019

Literatura y vacío

José Ioskyn es psicoanalista, uno supone que su libro Literatura y Vacío debe acontecer entre las teorías sicoanalíticas (edipo, inconsciente, acto fallido, objeto a, agujerear, superyo, ello, el poder de la palabra, pulsión, represión y no me acuerdo más) y el texto literario, una suerte de cazador de mariposas.
Cada vez que ve una, como Nabokov saca su red y paf, la caza para luego enterrarle en su torso una aguja sangrante. Pero debo desilusionarlos, el libro de Ioskin es una mirada creativa, gozosa y sutil de Pizarnik, Wilcock, Barón Biza, Aira, Moreno, Lamborguini, Levrero, otros más y Pablo Pérez.
Leyendo a saltos, en Pablo Pérez, dice que la escritura puede ser un acto performativo. Me gustó, si me gustó mucho pensar la escritura, como algo nietscheano, un martillo, ondas rusas.
Ioskin mismo arremete contra los críticos-entomólogos, aquellos que se aprendieron alguna teoría literaria, marxista, lacaniana, barthesiana, estructuralista, postestructuralista y salen, como médicos residentes a encontrar a sus pacientes.
El mundo después son cuatro narraciones, aquí una entrevista : https://www.luzcultural.com/entrevista-a-jose-ioskyn/
Y para comprarlo http://www.tematika.com/libros/ficcion_y_literatura--1/novelas--1/argentina--3/el_mundo_despues--566330.htm
http://www.paradisoediciones.com.ar/libro-detalle?id=89
Y aquí me detengo por que hoy no hice mi performance.

lunes, abril 22, 2019

El domingo como celebración vacía

A las nueve de la noche me entró algo. Habia llegado a las seis de la casa de mi hermano y me acoste vestido hasta las ocho.
Soñé con unos caballitos que llevaban y traian gente en un carrito en una plaza de pueblo. Eran sulkis y subian niñas y adolescentes. Me fui al centro pensando en proyectos.Se me ocurrió  que podria escribir un libro con mis sueño.Pensé en Kolón y que podria escribir una biografia de mi novela Kolon,de como la escribí. La empecé en 1982 cuando Ocupamos Malvinas y mucho después la termine en Szczecin.
Después pensé en la poesia.Podria apelar a ella para escribir el vacio que estaba sintiendo. Tan vacio como lo que ese domingo a la noche impregnaba todo.
Porque los domingos a la noche son una celebración del vacio. 
Entre al cafe mas neutro del centro. Me sente en una mesa enfrente de un televisor donde pasan un partido. Un relator de fútbol un domingo a la noche y en  ese bar  es un símbolo del vacío. Todo lo que se mueve un domingo a la noche es vacio.
El unico kiosko abierto,la señorita que me trajo el cafe,el moso que esta viendo el partido y yo que escribo y escribo. Como si escribir fuera una sanguijuela.

sábado, abril 20, 2019

Mondo celularis

El tipo le habla y ella no saca los ojos de su celular.El insiste y ella ahora le dice algo que acaban de decirle por whatsapp.
¿Y si suprimimos el mundo? El mundo de tu pantalla de celular se ha vuelto mucho mas interesante que las personas que te asedian.

La supervivencia del más creativo

El más apto es lo darwiniano. Los demas iran desapareciendo en el fragor de la lucha entusiasta por la vida. Y la creatividad que es parte de la app neocortex le permite al ser humano no se si sobrevivir pero si pintar en sus cuevas previda con escritura o arrojar con una honda una nave al espacio.

martes, abril 16, 2019

Somos Notre Dame en llamas

A Notre Dame ha prometido el Presidente la reconstrucción, una suerte de impresora 3D hará el esfuerzo con cada gargola, cada vitral. Visitaremos entonces un fantasma, algo que no termina de ser o que fue.
Se ha escrito mucha ficción de estas sustituciones. Hay una película de ciencia ficción de alguien que vuelve pero lo que vuelve es otra cosa. La esposa y algunos amigos se dan cuenta. Entonces los que vuelvan a Notre Dame, sin saber esta historia, lo intuirá, vera que hay un sustituto.
Tal vez somos eso, seres incendiados, todos los días nos prendemos fuego y al otro día amanecemos reconstruidos del incendio.
Caminamos pero todavía desprendemos humo, olor a incendios y nuestra restitución no es creible para mucha gente.
Dicen los que han vivido algún tiempo en un loquero que cuando salen ya no son los mismos y que cierta gente se da cuenta y ellos se dan cuenta que no son lo mismo.
Será lo que habrá vivido Lázaro forzado a volver a la vida por un deseo de su viuda y un Jesús obligado a los milagros.

Absolut

La absoluta imposibilidad de conyugar. No, no. La absoluta imposibilidad de vivir junto. No, la absoluta incomodidad, la absoluta inconveniencia, por ahí va, por ahí va, de vivir con otra persona durante años. La cosa horrible de someterse a compartir una cama durante años.
La absoluta imposibilidad de compartir el alma, el uno mismo, ese yo que se despierta  a las tres de la madrugada y escucha al mosquito y allí, a pocos centímetros, un gemido, un suave ronquido, una pelea interna de la que solo sale un balbuceo y entonces pensar en esa absoluta imposibilidad.

lunes, abril 15, 2019

Quiero ser famoso

Cuando llego, el asado estaba en standby, silencio, estoy agitado, bicicleta, imitando el monólogo de la conciencia.
Sale seudónimo A y me saludo como corresponde a una persona que se alegra del helado que traigo cargado en mi bicicleta y como residuo el vínculo que nos atenaza.
Aprovechamos la soledad compartida y apura el asado.
Me enteré que tu hijo está en Chile, sí, sí, ha ido a tocar, es que tiene ahora un productor grosso, ha sido productor de Ceratti y los Enanitos Verdes. Se quería ir a México y yo le dije que no tenía mucho sentido, que le convenía Chile, ahí nomas bien cerquita y se me enojó. Entonces le dije a mi hijo que yo no me oponía a sus deseos pero si a que se suicide e irse a México es muy riesgoso. No recuerdo los detalles. Fragmentos. Sí, sí, el se tiene mucha fe, el se siente que es bueno pero no puede ser suicida. Y entonces yo pensé en el Che Guevara mas o menos de la edad de su hijo freído en un pueblo remoto por un entusiasmo delirante de alguien que se tenía mucha fe.
Seguí discutiendo con mi hijo, me dice mientras mueve las costillas, las da vuelta, y entonces le dije, ¿vos crees que yo soy un tipo triunfador, que he tenido exito en mi vida?, bueno no, yo quise ser politico, quise ser Gobernador y fracasé, yo fracase en lo que mas me importa en la vida, sí, sí, me vas a decir, me dicen, tenés una gran familia, te quieren, preparas unas ensaladas, tenes pinta, estas bien economicamente, pero fracasé.  Llegan sus hijos y se corta la conversación.

viernes, abril 12, 2019

Falacia metonímica

Consiste en buscar un caso y generalizarlo. La metonimia es una figura retórica donde se toma la parte por el todo, lo que es válido como figura retórica, poética pero no lógica.
Ejemplo:
Me acuerdo cuando adelante de las cámaras y mucha gente alguien  echó a sus ex empleados de Sueños Compartidos al grito de "Bolivianos de Mierda".

Ergo:
En ese canal todos son racistas o xenofóbicos u odian a los pobres.
Todos los que están en Suenos compartidos son xenofobos.

Otro ejemplo:
Encuentran a un ladrón que es pobre.
Ergo:
Todos los pobres son ladrones.

martes, abril 09, 2019

Funes el infinito


Funes el memorioso es un personaje de un cuento de Jose Borges, un hombre que recuerda todo, lo que lo deja exhausto.
Todos conocemos personas que se pierden en detalles, incapaces de la elipsis, de ir al grano. Leyendo a Cantor y su teoría de que hay infinitos e infinitos, que hay infinitos mas infinitos que otros, me da que pensar que en realidad el acto de recordar es infinito.
Cada vez que recuerdo modifico, agrego detalles que antes no había advertido. El recuerdo crea una nueva realidad cada vez que lo invocamos. Hubo un momento primigenio, por ejemplo cuando mi padre, a los nueve años, me sacó a las cachetadas del Mercado Central porque interrumpía su conversación con "un cliente". Ya, hoy 9 de abril, estoy cambiando el recuerdo, atisbando que se trataba de un cliente y no de un amigo.
Lo que a Funes lo aterraba era el infinito.