
Empezamos por los lugares comunes, del gordo panzón Anthony Hopkins encerrado, que se hace el listillo queriendo ridiculizar al investigador superdotado (Edward Norton), diciéndole que usa un perfume barato (esto ya lo he vivido).
Buenos las inverosimilitudes navegan por toda la película, hasta lo del tatuado, que es el asesino, "poque abuela mala le quelia coltar los huevillos" y él escucha la voz de "la aguelita", y el Norton, gran astuto, listillo, cuando están por matarle al hijo, se hace pasar por la abuela mala. Después de tanta bobería, me pregunto cómo será un asesino serial, cómo será un canibal, nó este mediocre actor Anthony Hopkins.
Basura al cubo y ejemplo de todo lo que no hay que hacer en el cine.
Categoría: cine