miércoles, noviembre 27, 2019

Desesperación congelada

Hoy he despertado en el vacío sumerio.
Escribo, lo escribo, lo registro como epitafio.
El artista que cinceló la flecha ya no es más carpe diem y no sabemos si cuando trabajaba para el rey se preguntaba por el sentido, al fin y al cabo el rey tampoco apreció la belleza de un friso.
El anonimato no los amedrentaba como a todos los que vinieron después del renacimiento, latinnx writers y otros.
Aquí estoy, en el departamento de mi hijo son las diez menos cuarto y dentro de unos cinco días estaré en los cuarenta grados.
Londrés es un ir y venir, millones de personas desplazandose, comiendo y yendo y viniendo. Como tumores apenas visible en la radiografía, son puntitos negros, los eventos, múltiples eventos donde son infaltables las bebidas.

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