domingo, noviembre 24, 2019

Un artista de la desesperación

Dibujo de Oscar Grillo 


Manos eran de un gris intenso de tanto erigir columnas de  monedas.
Isabel del Río


Movido  por el absoluto fracaso avecinandosé de la dudosa reunión con Isabel. 
Mi otra pelea titánica es contra mi inexistente afán de lucro. Abandonar un barco en alta mar y nadar en la nada mientras la tripulación desespera al ver nado del capitán perdiendo el firmamento.

Preparo powerpoint: maravillas de Editorial Bubok para  la reunión en un bar de escritores, Londres, donde no me permiten ir con equipo de mate. Es  que viven de lo obvio: camareros inmigrantes advenedizos de la lingua franca y lavar platos. 
La reunión del martes transcurrirá entre una persona que con frágil paciencia da cursos de escritura en español, lleva una radio online latina y vive en un pequeño apartamento donde renta una habitación para darse el gusto  Londres.
La otra persona es traductora, jubilada de la Unesco como Rayuela, que me elogia camisa amazónica de pájaros y monos multicolores. Ella  es dueña de un cuento  que hierve la codicia de creer a Londres una perla negra. Es hacer lo que sea para quedarse en Londres, vivir en un sucucho, enseñar español a británicos, sufrir pero a la vez cantar bajo la niebla y el barro. 
La  traductora me ha mandado un cuento que se esconde en un páramo de palabrería epistemológica.
Tras el aburrimiento aparece el mejor cuento oriental del mundo donde una princesa y sus tres esclavas caminan hacia un destino incierto. ¿Qué pasará?

Le hablo de Néstor Sánchez y Raúl Silanes mis dos opiáceos de mesa de luz. Le prometo llevarlos al encuentro. Dos autores de fin de épica. A quienes ya no les interesa lo literato, a Silanes solo ganar concursos literarios para pagarse las tomografias y los viajes a la clínica alemana en la devastadora Las Condes, incendiada por  partisanos derviches. A Sánchez, ya, todo le da igual.

Le propongo hacer con su cuento del artista de la sangre una performance, me dice que seria plagiar al artista napolitano de la sangre, le digo que mejor si se nota que es plagio. Me dice que ella se vive plagiando a doce temas y yo le contesto que hay un solo tema que me interesa, la represion.
Yo haría del artista de la sangre y ella iría escribiendo un cuento con mi sangre que iría cayendo en un tintero.
A la hora me llega un mail donde afirma que una reunion familia la ha condenado al no encuentro en el bar y me deja a solas con el artista del hambre y la bambula.

viernes, noviembre 22, 2019

4, nuevo juego de mesa de guerra

En el mapa hay cuatro reinos:
Hispaniola, London, Esteparios y Muralla China.
Germania ha sido sometida a los estepas. Su juego es secundario, trabajo esclavo y una máquina Heidegger/Husserl que se la pasa todo el día pensando en el vacío.

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Let it write


Silanes maniatado, su cara babeando el piso, increpa:
Solo quiero que me dejen escribir.
Lo acaban de interrumpir, justo cuando llegaba desde la cárcel y en el cruce,al frenar de golpe, las cenizas de su esposa desesperada se esparcieron por la cabina, haciendo toser a la mejor masturbadora del pueblo.
Su boca, santa veneración, era ofrenda en las fiestas de Asunción. Y en la parroquia, una larga fila de hombres aguardaba su beso sagrado desde el discreto confesionario.

jueves, noviembre 21, 2019

Pienso, luego muero

Pienso, luego moriré, pensó Descarte en su última noche nórdica, después de darle el beso a la reina bajo una mirada jesuita.
Si pensar es decir la verdad, atributo de los poetas y los pacientes de Freud, solo se trata de jurar por lo que se me pasa por la cabeza.
Se parece a los trenes (censura) que veo pasar por mi cabeza desde el piso de mi hijo.

miércoles, noviembre 20, 2019

Diario de Londres





Acabo de salir de la clase de inglés. Conversando con una ucraniana y una turca. La ucraniana ofendida por decirle si el idioma ruso se parecía al ucraniano. Su segunda ofensa fue cuando dije que Puttin era inteligente.
Salgo y hace un frío horroroso. En doscientos metros unos tres vagabundos.
El vagabundo tiene un perro blanco mediano y le ladra a la gente.
Se le acerca un hombre conversan y despliega parlantes y empieza a cantar jazz.
Entro a un café, son todos iguales, todos sirven capuchinos. Viven diez millones de personas de cientos de culturas y todos toman capuchinos.
El camarero es español, de Mayorca y le digo del calor de Almería.Lleva seis meses, me lo dice en un cierto tono.
Me ofrece una medialunas. Las  vamos a tirar, me aclara, ante mi vacilación.
La recibo y le hablo de los vagabundos. Si, sí los tenemos en cuenta, me dice y arroja a la basura las medialunas. Nosotros le damos cosas calientes, me aclara.


Moriré practicando mi arte



Cero Negativo es una ficción de Isabel del Río, traductora y escritora bilingüe, Madrid, Madrid, Madrid es uno de sus libros de poema. Es también editora https://www.friendsofalice.com/.
Me cuenta en el bar del Royal no se cuanto que ese cuento nace de una entrevista fallida a un artista de la sangre, alguien que se desangra para vivir, un performante?, le pregunto a Isabel, sí, sí, algo así me contesta.
Le cuento de Néstor Sánchez otro artista de la sangre que llega desangrado de las calles descalzas de Whashington donde trabajaba de escritor homeless caminando y caminando hasta que sus zapatos rotos lo arrojaban en algún callejón.
Más que un cuento es el despliegue de un personaje, una mirada de antesala de lo complejo que es ser artista. No se que significa ser artista y el artista de la sangre y creo que tampoco Isabel, pero allí está el arte de Cero Negativo para decirnos que no lo sabemos aunque nos desangremos por saberlo.
Hermoso cuento..., no cabe calificación, impactante, tampoco, a leerlo, si así les pinta:

https://07224cd0-4c73-4e16-8eb5-d47bc0be4f82.filesusr.com/ugd/544443_738163d521ec42c884198be8afc61f59.pdf

viernes, noviembre 15, 2019

Fragmentos imposibles de un espejo roto

Cuando volví a Cuevas del Almanzora cada cuevano tenía en su bolsillo un pedazo de espejo gastado. Al saber que estaba sacaban el  filo y se lo leían a la persona que tenía que ver conmigo. Muchos evitaron mostrar el espejo.
Una noche se cerraron todas las puertas de entrada del pueblo y se decomisaron los espejos filosos. El que los ocultara sería fusilado en las paredes del castillo de Calguerin.
Con los espejos entregados empecé el trabajo de pegarlos y construir un monumento en el centro del pueblo frente al ayuntamiento y compartiendo viento, marea y sol con el filántropo de barba que ayudó a los naufragos de la riada.