miércoles, agosto 09, 2006

Como en Morel

Si uno pudiera solo vivir aquella parte de la vida que fue feliz, digamos el día que ella apareció por el garage de su casa y llevaba un pantalon lleno de colores y una sonrisa que nunca había encontrado antes y entonces hacer que ese día se repitiera desde la mañana temprano, luego mi llegada en autobus a la casa de Kuky y allí estaba ella, contra el sol, sonriendo y sus pantalones de colores, todo transcurre hasta la noche que me voy a mi casa con la promesa de que que voy a ser querido, cuando caigo en sueño, vuelvo a despertar en el mismo día, pero sin saberlo, algún procedimiento mágico o científico, ha hecho ese artificio y llego en autobus a la casa de Kuky, en el barrio San Ignacio, mientras camino divago con lo de la caracterización del peronismo, como un gobierno burgués nacional, con Gramsci que he empezado a leerlo y Kuky me recibe, estudiamos y a la tarde aparece ella en el garage de su casa, con el pelo recogido, un pantalon con flores y una sonrisa que impacta, a la noche vuelvo a mi casa, y en el autobus, se que hay una promesa de felicidad que seguro se cumplirá, estoy molido y caigo dormido.
Al otro día que es el mismo día, pero que un artificio ha procurado que no lo sepa, me voy en autobus a casa de Kuky, ella tiene ojos verdes y es mi compañera de estudio, estudiamos juntos y a la tarde me la presenta, y pasamos el día en el garage de su casa, convertido en sala de estar, ella sigue con su sonrisa y el pelo recogido. Estoy casi seguro que le he caído bien, por lo menos a mi me ha caído bien, estoy, puedo llegar a decir enamorado y cuando vuelvo en el autobus a mi casa, intuyo la felicidad que se me viene y con esas divagaciones me quedo dormido.
Al otro día, que es el mismo día, me despierto temprano, me afeito y salgo de mi apartamento camino a casa de Kuki, para estudiar juntos geografía humana, me llevo unas carpetas con los apuntes y el programa. Pasamos la mañana estudiando, pero a la siesta, cuando salimos a la vereda, la encuentro a ella, frente a su garage, con una sonrisa que es un flechazo. Luego me la presentan y pasamos al garage de Kuky, reímos de cualquier cosa y cuando me vuelvo, no puedo con la felicidad que siento. Me duermo y al otro día, que es el mismo día me voy a casa de Kuky.

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