viernes, septiembre 12, 2008

Cristina ausente

 En Argentina los presidentes no conversan, no son interpelados, no responden a la prensa, solo dan discursos.

Políticos hipermediaticos

¿Pero esta mina cuando trabaja, cuándo contrasta las cosas que dice?

Le digo a mi hermano, cuando veo a Lilita Carrió hace dos días por tv y ayer y hoy y en varios de los 100 programas políticos de la tv argentina.

Incansablemente mediática, Lilita contesta a todo y va por todos, es una enciclopedia, una biblioteca de Babel que responde cualquier pregunta de política argentina (si la apretan habla del acelerador de partículas del dios Cern) y en todas sabe la respuesta correcta, nunca duda, y se nota que le encanta hablar,  y por supuesto habla muy bien, es una superpolítica, una superwoman, sin incertidumbres.

Argentina: un pais metonimico

Hay un periodismo ciclico, que es el tema de las valijas, el tema se reitera y se reitera,etc, es como si el periodismo argentino no tiene mucho presupuesto o no tiene muchas ganas de tenerlo, toda la Argentina flota ante este problema que es grave por supuesto, pero no hay otros temas, todo un país varado periodísticamente en ese tema, Lacan diría que Argentina es un país metonímico, donde un fragmento crece y crece descomunalmente hasta ser más grande que la realidad misma.

viernes, agosto 29, 2008

verdades que duelen

“El autoengaño es el proceso de negarse a racionalizar importantes, relevantes y significantes evidencias y argumentos lógicos que son opuestos a los propios.”

Wikipedia

 

Un tópico o un instinto de supervivencia nos dice que no debemos criticar a nuestra tierra,  esto incluiría a la familia, los amigos, los profesionales, los políticos, los que han pasado cerca de uno durante muchos años, en fin ese conjunto difuso que se llama patria. Este mandato permite que los habitantes de un país se autoengañen sin que nadie los despierte, como en la cueva  de Platón.

Pero solo cuando uno ha estado un tiempo suficiente fuera de su patria, es cuando descubre las  estupideces que son atributos de su tierra, pero la incapacidad que la gente tiene para reconocer sus errores,  hace  que mejor nos quedemos callados; hay una tercera opción que es la de expresar las crudas estupideces de  mis compatriotas con un  relato o una novela y mientras la gente se entretiene, ríe o llora del personaje chanta,  y marca la hoja hasta donde llegó, y así uno, poco a poco, va inoculando esas verdades que duelen más que las inyecciones de aceite de calcio.