Ulyses de Joyce es apenas un simulacro de la vida de un día.
Hoy me desperté a las 6, preparé la clase y cargué el micrófono y los parlantes. Ese sería el titular de lo que pasó entre las 7 y las 830.
Luego pasé buscar a Sergio que me esperaba frente a la policía en la plaza de Godoy Cruz y demoramos en llegar porque equivocamos el camino. Eso pasó entre las 840 y las 915. Cuando llegue estaba solo Gonzalo. Luego me fui a buscar un café enfrente, saludéa Baby y se dió una conversación de literatura y que no tenía tiempo para escribir y me habló de sus posteos en Wattpad ero yo no le presté atención y ahora lo hago.
Si sigo, esto se pone infumable.
Luego los llevé a la plaza de Chacras donde instale el parlante y leímos textos a una sola chica que se había sentado en unas gradas.
Ya estoy cansado de esta parla.
Después fui a almorzar con mi familia, hicimos karaoke.
Después me fui a la Alameda y converse con mi amigo librero Marcelo.
Le pregunté si el aburrimiento podía ser causal de suicidio y lo deje preocupado.
Le propuse que el sábado que viene leamos textos, etc.
Luego fui al bar Abelardo y acaban de terminar unas profesoras de literatura de Los miserables.
Me pedí un café con leche, y me puse a ver unas cámaras antiguas, una filmadora y una teléfonos muy viejos. Al lado mío había un señor y me puse a conversar de que ya nadie usa esos teléfonos, de que el había vivido en Dorrego, de que yo había vivido en San José y parece que el también.
Después le propuse a Abel una maratón fotográfica y destaque mezquinamente que yo iba a ofrecer mis cursos.
Después me llevo a las dos profesoras de literatura y se sacaron una foto con Abel y Ami me apartaron. Cierta tensión, como que yobers la competencia.
Abel les contó lo de.la.maraton y no dieron mucha importancia.
Después le dije a Abel que el sábado que viene podríamos armar en el bar una sesión de lecturas.
Después me quedé pensando si no estoy perdiendo el tiempo y no termino de corregir mi novela.
Después, después, después.