martes, diciembre 04, 2007

La calle de los caballos cansados

De que si esta calle debía seguirse llamando así, tenía en vilo las sesiones del ayuntamiento; para algunos era una historia que no valía la pena recordar, para otros que sí. La calle de los caballos cansados era una muy corta calle, que terminaba en una muralla donde habian fusilado a un rojo en la guerra civil y cuando los caballos de este hombre fusilado, ahora en mano de sus verdugos o familiares de estos, pasaban por esa calle o se detenian para recoger algo, los caballos trotaban muy cansinos, como en camara lenta, entonces al alcalde de esa epoca no se le ocurrio mejor idea que ponerle  la calle de los caballos cansados, incluso luego los caballos que habian pasado por alli y habian pertenecido al campo del fusilado, terminaban muriendose como de tristeza, decia la gente un poco ignorante, por lo que se prohibio la circulación de todo  caballo por esa parte; incluso el alcalde viajo a madrid y hablo con gente de un grupo de mentalistas o investigadores de fenomenos paranormales, a los que Franco apenas toleraba. Ellos vinieron con sus camaras fotograficas y el tema alcanzo un revuelo nacional, al salir publicado en ABC como el misterio de la calle de los caballos cansados.Algunos lo tomaron como que alli estaba la presencia del diablo que vampirizaba la energia de los caballos, el fusilado se convirtio en un personaje funesto, llegando a responsabilzarlo de la quema de la iglesia del pueblo. La familia del fusilado no decía nada y trataba de pasar desapercibida, contestando que la solucion era no pasar por alli pero no enredandose en discusiones con la gente, que ya sabían que esas discusiones podian terminar con una paliza de la guardia civil.
Pero el tiempo efectivamente paso y ahora en aquella pared los del partido socialista pusieron una placa conmemorativa de este hombre, y la discusion era si cambiar el nombre de la calle por el del fusilado, la concejal de turismo del pp decia que no convenia cambiar el nombre, que la leyenda era atractiva y que ya habían impreso folletos y carteles contando la leyenda de la calle de los caballos cansados, aunque los del  psoe decian que lo mismo con el nombre del fusilado podia ser parte del circuito turistico.Pero la mayoria la tenia el PP  y la calle de los caballos cansados se siguió llamando así.

locura

Reacción dislocada a la locura respetable de la gente

lunes, diciembre 03, 2007

de los imprenteros a los informaticos

Los imprenteros saben de plomo, offset, maquetación pero ignoran los contenidos, el error es poner en la cabeza de la sociedad a los informáticos y no a los que construimos los contenidos. Es como poner en la cabeza a un ingeniero electricista cuando se inventó la luz; que en realidad fue Dios en su primera jornada.

El que diran

Un hombre de buena reputacion no le interesa el que diran, salvo que hablen mal de él.

la mujer del Cesar

La mujer del Cesar no solo debe fingir que disfruta, sino aparentar que fue la primera vez

domingo, diciembre 02, 2007

Sera mejor que lo cuentes de Antonio Nuñez

Si entendemos que la comunicación es una conversación, esto supone dejar de lado la manipulación, y supone jerarquizar emisor y receptor con el mismo poder o en todo caso que son funciones bilaterales, de dos puntas, como es una charla, alguien habla y yo escucho, luego yo hablo y así. Lo de emisor y receptor, la publicidad en general es un monólogo donde nosotros somo la parte pasiva y del bolsillo.

Por lo tanto lo que propone Antonio Núñez, en Será mejor que lo cuentes de dejar de hablar de emisor y receptor y hablar de "...abandonar el concepto de “emisor” y hablar de “creador del relato”. Desterrar el “receptor” y hablar de “usuario de relato”.

Aún así nos quedamos cortos, porque el usuario puede también crear un relato o deformar el relato recibido o recrearlo, variarlo, tergiversarlo, a todo lo que su creatividad le permita. ¿Estarán los políticos a la altura de este desafío en la comunicación, que esta dando un salto mayor que el de Gutenberg?

Craig y James Bond: dos bodrios se juntan

Nada mejor que un pésimo y macartista guión, el de Ian Fleming, una mediocre, somnífera y estereotipada película y por si esto no fuera poco: un actor de cuarta categoría, eso si, tiene mucho gimnasio.
El que quiera saber más de esta basura imperialista, macartista e infantil suicidese jalando este botón.