29,8 gb mi peso digital en Google, me pongo a pensar en la Inteligencia Artificial y no se si para escribir un cuento o una novela corta, una novelita acerca de que los ingenieros manieristas de Google, esos que salen jugando al ping pong, deciden clonarme y con 29,8gb de info mìa, tienen para hacer sopa.
Finalmente han llegado a ese Frankestein, aun mas perverso y pueril que yo, es digital, su inteligencia no está carcomida por la edad o las resacas y entonces le darán vida, los chinos aportan un humano con vida desarrollado en un laboratorio con células de presos disidentes de Hong Kong condenados a muerte lenta.
Entonces como en la novela El hombre duplicado, anda un Raúl Lilloy por la vida, buscandome para eliminarme y viaja a Mendoza y se toma un bondi para llegar a mi barrio. Fin capítulo piloto de Netflix: El clon asesino.
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