martes, mayo 16, 2006

la lectura del otro


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Mirar o leer, sospechamos que nos leen. La libertad de caminar por un lugar donde no nos conocen, no nos pueden leer, no conocen nuestro idioma. Esa invisibilidad dura poco. Cuando llegué a Brockenhurst, era invisible, con mi bicicleta, rondando por las calles de un pueblo infinitesimal.

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