Rara avis, solo en el shopping, me pedi un latte en Mc no sé cuánto.
Debo ser uno de los pocos solitarios,ahora a las 19:49, lleno de padres con niños y todo eso me genera, no sé bien que, no es amargura, cierta diversión, me veo como el hombre invisible, un inmortal caminando entre los dolores y pequeñas alegrías, como un muerto, un espectro,un fantasma.
Vengo del almuerzo familiar, no puedo chusmear nada.
Alguien se pidió una hamburguesa y habían pizzas caseras y alguien me hizo reír,y tome vino, el Cenadores y me mostraron una foto, yo más gordo, cara de feliz.
Sentirse observado,ahora no,apenas, no sé si estuviera en Palmares,sería distinto, otro nivel social,salvó unos enfrente mío, ella me miraba, un segundo, o menos. Lo que me pasaba con X, que perdí espontaneidad,veía a su padre,hablábamos de el,me hablaba de el, catedrático,como dicen en España,yo me sentía tan falso que debía acudir al vino, para relajarme un ocho, de sentirme vigilado. Hace unos seis meses me corto el rostro, nunca supe por qué y hace una semana me volvió a llamar. La espontaneidad tal vez sería posible pero no sé cómo.