Hoy he despertado en el vacío sumerio.
Escribo, lo escribo, lo registro como epitafio.
El artista que cinceló la flecha ya no es más carpe diem y no sabemos si cuando trabajaba para el rey se preguntaba por el sentido, al fin y al cabo el rey tampoco apreció la belleza de un friso.
El anonimato no los amedrentaba como a todos los que vinieron después del renacimiento, latinnx writers y otros.
Aquí estoy, en el departamento de mi hijo son las diez menos cuarto y dentro de unos cinco días estaré en los cuarenta grados.
Londrés es un ir y venir, millones de personas desplazandose, comiendo y yendo y viniendo. Como tumores apenas visible en la radiografía, son puntitos negros, los eventos, múltiples eventos donde son infaltables las bebidas.
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