lunes, abril 22, 2019

El domingo como celebración vacía

A las nueve de la noche me entró algo. Habia llegado a las seis de la casa de mi hermano y me acoste vestido hasta las ocho.
Soñé con unos caballitos que llevaban y traian gente en un carrito en una plaza de pueblo. Eran sulkis y subian niñas y adolescentes. Me fui al centro pensando en proyectos.Se me ocurrió  que podria escribir un libro con mis sueño.Pensé en Kolón y que podria escribir una biografia de mi novela Kolon,de como la escribí. La empecé en 1982 cuando Ocupamos Malvinas y mucho después la termine en Szczecin.
Después pensé en la poesia.Podria apelar a ella para escribir el vacio que estaba sintiendo. Tan vacio como lo que ese domingo a la noche impregnaba todo.
Porque los domingos a la noche son una celebración del vacio. 
Entre al cafe mas neutro del centro. Me sente en una mesa enfrente de un televisor donde pasan un partido. Un relator de fútbol un domingo a la noche y en  ese bar  es un símbolo del vacío. Todo lo que se mueve un domingo a la noche es vacio.
El unico kiosko abierto,la señorita que me trajo el cafe,el moso que esta viendo el partido y yo que escribo y escribo. Como si escribir fuera una sanguijuela.

No hay comentarios.: