Ese libro de Dale Carnegie fue el libro que más he leído en mi vida, en especial en mi adolescencia cuando tenía pocos amigos, entonces me estudiaba sus reglas, como eso de hablar lo que al otro le interesa, elogiarlo, nunca decirle que no, empezar por lo positivo y luego zas darle con el defecto. Carnegie fue para mi una autoayuda para tener amigos, pero creo que aprendí a escuchar, que era otro de sus consejos. También a predecir a los otros, sobre la base de que Carnegie decía que el impulso más fuerte en las personas era su deso de ser importante.
Mario Torrea me contaba que compró el libro y no pasó de las primeras páginas, hasta que una noche que no podía pegar un ojo, se levantó con el libro en la mano, se fue al patio y puso de blanco al libro, fue por su revolver y bang, bang, entonces Carnegie cayó abatido como Dillinger.
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