Cuando volví a Cuevas del Almanzora cada cuevano tenía en su bolsillo un pedazo de espejo gastado. Al saber que estaba sacaban el filo y se lo leían a la persona que tenía que ver conmigo. Muchos evitaron mostrar el espejo.
Una noche se cerraron todas las puertas de entrada del pueblo y se decomisaron los espejos filosos. El que los ocultara sería fusilado en las paredes del castillo de Calguerin.
Con los espejos entregados empecé el trabajo de pegarlos y construir un monumento en el centro del pueblo frente al ayuntamiento y compartiendo viento, marea y sol con el filántropo de barba que ayudó a los naufragos de la riada.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
¿Has tenido catequesis? A los 10 años. No, digo ahora. Y sí, porque catequesis es señalar. Alguien que se cree el dueño de la verdad, los ...
-
Yo considero y alguien no lo hace. Lo primero es activo y lo segundo pasivo, no depende de mi. Entonces me ofendo y ofendo. Lleg...
-
Cada tanto recibo estos timos. Este me dice que la iglesia católica de Francia me ha elegido para darme 850.000 euros y para ello debo escri...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario