Cuando llegamos al primer borrador, se suele advenir fofo, lento, con exceso de trigliceridos. El texto suda mal olor. El segundo borrador tiene como objetivo reducir esas grasas de palabras, la verborragia, el parloteo.
Hay que tomar párrafo tras párrafo y aplicarle los métodos que tan sabiamente empleaban los Jíbaros del Amazonas. Lamentablemente nos quedan apenas algunas crónicas de sobrevivientes de la jibarización, pero era claro el odio de esta tribu por las enormes cabezas de los europeos.
El método creado por Raúl Silanes consiste en establecer de cuántas páginas debe quedar nuestro mamotreto.
Por ejemplo tenemos un manuscito de 600 páginas, pero como no somos Joyce ni Rayuela y menos Adan Buenos Ayres, lo vamos a reducir a 300 páginas (me gustaría mas 100), esto supone reducir cada página a su mitad.
¡Manos a la obra!, vamos ahora avanzando página a página y cumpliendo el sueño Jibarista de reducción.
Manos a la obra y sin asco.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
¿Has tenido catequesis? A los 10 años. No, digo ahora. Y sí, porque catequesis es señalar. Alguien que se cree el dueño de la verdad, los ...
-
Yo considero y alguien no lo hace. Lo primero es activo y lo segundo pasivo, no depende de mi. Entonces me ofendo y ofendo. Lleg...
-
Cada tanto recibo estos timos. Este me dice que la iglesia católica de Francia me ha elegido para darme 850.000 euros y para ello debo escri...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario