Son opuestas. Un empresario al que no le gusta el dinero va a la ruina; pero un político al que le gusta el dinero lleva a la ruina a su comunidad.
Por tal motivo ser buen empresario no es condición para ser buen político, puede ser todo lo contrario.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
¿Has tenido catequesis? A los 10 años. No, digo ahora. Y sí, porque catequesis es señalar. Alguien que se cree el dueño de la verdad, los ...
-
Yo considero y alguien no lo hace. Lo primero es activo y lo segundo pasivo, no depende de mi. Entonces me ofendo y ofendo. Lleg...
-
Cada tanto recibo estos timos. Este me dice que la iglesia católica de Francia me ha elegido para darme 850.000 euros y para ello debo escri...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario