viernes, febrero 23, 2018

El oráculo de Symns & Burroughs

1. Compre el libro Expreso Nova de William Burroughs.
2. Procure la versión de Enrique Pezzoni,  la de Minotauro.
3.Escriba numeritos del 0 al 9 en una hoja de papel.
4.Recorte cada uno de los numeritos.
5.Mezcle los numeros.
6. El primer número corresponde al primer número de la derecha. Ejemplo 2
7. Elija otro papelito, corresponde al segundo número. Ejemplo 4
8.Elija un tercero, si sale cero es el numero anterior, si sale uno es 124.
9. Ahora abaraje de nuevo y elija dos numeros, con el mismo procedimiento. Ejemplo 45.
El oráculo a su pregunta si debe viajar a Alaska le ha dado este resultado:
Página 124 y línea de parrafo 45.
Mmm, tiene solo diez líneas. Mezcle y saque un número: 6.
La linea seis es un diálogo vacío.
Vacío..., la inmensidad de los hielos, no hay nada en Alaska que no sean hielos. Vacío.
Interprete.

jueves, febrero 22, 2018

El hijastro de Moyano y Filippo Tommasso Marinetti

La actual  pareja del camionero Hugo es Liliana Zulet. Ella tiene dos hijos de parejas anteriores: Valeria Salerno y Juan Manuel Noriega Zulet. Este último integra tres empresas vinculadas a Camioneros y posee una novia superhermosa y con un culo envidiable. Juan Manuel es empleado en Iarai SA, la explotadora de las clínicas de la obra social de Camioneros (la cual tiene registrada la marca Conducir Salud +); Aconra Construcciones, la constructora que hace las obras vinculadas al sindicato y titular de la propiedad de Parque Leloir donde vive el propio Hugo Moyano; y Dixey SA, una consultora en informática y obras civiles que además explota un taller mecánico donde se tunean autos de alta gama. Este rubro es el hobby preferido de Juan Manuel Noriega Zulet, segun dice el Diario Perfil, que evidentemente no es confiable, por favor chequear esta información.

Juan Manuel tiene una muy buena relación con su padrastro Hugo e incluso se lo ha visto muy cerca del líder camionero en actos y eventos, siguiéndolo de cerca como si fuera un custodio más. Pero su hobby no son los camiones, sino los autos. Su última adquisición fue un BMW M4 negro. Pero además tiene un Subaru Impreza WRX STI, una camioneta RAM 1500, una moto Triumph Daytona 675 y un Chrysler PT Cruiser, este último, según sus redes sociales, lo está preparando en el taller de Barracas, donde modifica todos sus autos. Dixey SA tiene registrada una propiedad en Río Cuarto entre las calles Jovellanos y Azara. Un dato llamativo: algunos autos de alta gama que utiliza Noriega Zulet están a nombre de la constructora Aconra, la misma que hace las obras del sindicato. Y algunos autos, luego de usarlos, se los vende a la obra social de Camioneros. Por ejemplo: un Ford Mondeo modelo 98, registrado en el pasado a su nombre y hoy en propiedad de la obra social de Camioneros.
Filippo Tommasso Marinetti  ya hace tiempo que murió y comparte con Juan Manuel el amor a loa autos. Aquí un poema de Marinetti, que fue muy amigo de Ezra Pound, ademas de militantes fascistas los dos:
El auto de carrera

 Vehemente dios de una raza de acero,
Automóvil ebbrrrio de espacio,
que piafas y te estrrremeces de angustia
tascando el freno con estridentes dientes…
Formidable monstruo japonés
de ojos de fragua,
nutrido de llama
y de aceites minerales,
ávido de horizontes y presas siderales…
¡yo desencadeno tu corazón que golpea diabólicamente,
desencadeno tus gigantescos neumáticos,
para la danza que sabes danzar
en los blancos caminos de todo el mundo!

Se ha formado una pareja

En un tremendo ejercicio de tolerancia hemos juntado al irreconciliable conflicto de los setenta, aquel que otrora sostenía la JUP(Juventud Universitaria Peronista) con la JSP (Juventud Sindical Peronista). En el primero y como una belleza inteligente estaba Cristina y en la JSP, firmes amigos y participantes de la CNU, estaba Hugo Moyano. Los dos sin saberlo caminaban y militaban por las calles de La Plata. Los dos a su manera defendiendo una Argentina Potencia. Moyano desde la organización que apoyaba a la CNU que cometió el desatino de matar dirigentes de JP y JUP (ahora al ver este 21F deberán arrepentirse: ¡Arrepentíos!, ¡estáis a tiempo!) y Cristina desde su JUP y su prédica y hermoso canto: ¡Se va acabar, se va acabar la burocracia sindical!
Pero la vida te da sorpresa, un ir y venir, Moyano enemigo fulmine de Cristina, los une el espanto a Macri.
Nada importa ya sino vencer a un Gobierno que va de desazon en desazon.
La dura pareja y sus hijos estan dando la batalla y no cejaran aunque caigan presos.
Moyano debiera ser un ejemplo de como un trabajador puede llegar a ser millonario, digno candidatos de un libro de autoayuda, a la altura de los escritos dedicados a Jobs o el creador de Google. No toda fortuna empieza en un garage, puede empezar arriba de un camión. El libro deberá dar los tips para hacer ese tremendo y heroico camino.
Moyano lo consiguió todo, tal vez en un extremo y elongado ejercicio de tolerancia, junto el 21F en la plaza a kirchneristas, a los otroras burócratas sindicales y la izquierda en todas sus variantes.
¡Empieza la larga marcha, donde sus únicos herederos son sus hijos!

miércoles, febrero 21, 2018

Ley de jibarización de una novela

Cuando llegamos al primer borrador, se suele advenir fofo, lento, con exceso de trigliceridos. El texto suda mal olor. El segundo borrador tiene como objetivo reducir esas grasas de palabras, la verborragia, el parloteo.
Hay que tomar párrafo tras párrafo y aplicarle los métodos que tan sabiamente empleaban los Jíbaros del Amazonas. Lamentablemente nos quedan apenas algunas crónicas de sobrevivientes de la jibarización, pero era claro el odio de esta tribu por las enormes cabezas de los europeos.
El método creado por Raúl Silanes consiste en establecer de cuántas páginas debe quedar nuestro mamotreto.
Por ejemplo tenemos un manuscito de 600 páginas, pero como no somos Joyce ni Rayuela y menos Adan Buenos Ayres, lo vamos a reducir a 300 páginas (me gustaría mas 100), esto supone reducir cada página a su mitad.
¡Manos a la obra!, vamos ahora avanzando página a página y cumpliendo el sueño Jibarista de reducción.
Manos a la obra y sin asco.

lunes, febrero 19, 2018

Roberto Velez

¡Oh perpetuo descubridor de los antípodas, hacha del mundo, ojo del cielo, meneo dulce de las cantimploras, Timbrio aquí, Febo allí, tirador acá.
Quijote, Cervantes

Jugaba muy  bien al fútbol y era un gran seductor. Tenía porte atlético, un tipo muy lindo y las chicas suspiraban o algo parecido cuando lo escuchaban hablar en la facultad de Ciencias Políticas. Preciso en sus palabras, muy buen orador, ya dejaba claro que no era un estudiante común y  que ya en ese tiempo había leído y militado mucho.
El último año, 1975, fue presidente del Centro de Estudiantes. El 76 no tenía buenas noticias para la militancia. En junio hubo expulsiones masivas, pero para Roberto eso no fue nada, le esperaban cosas peores, bombas en su casa, puestas por la misma policía y luego su detención y una larga estadía en la cárcel de La Plata. Roberto era un curtido hijo de un dirigente del Partido Comunista de origen sindical que tuvo protagonismo en el Mendozazo.  Roberto siguió sus pasos y militó primero en la Federación Juvenil Comunista y después en el PC.
El golpe del 76 fue la perdida de contactos con todos los que militabamos en la facultad, fue el ingreso brutal a alguna zona que nos permitirá pasar desapercibido. Cuando llegó la democracia rompió con el Partido Comunista,lo acusaba de autoritario y de haber hecho arreglos non sanctos con Videla. Los disidentes formaron otro partido, se fueron dirigentes de la talla de Angel Bustelo, compañero de prisión en la Plata. Luego vinieron otras formaciones políticas, una de ellas el Partido Fiscal del que fue concejal. Retomé contacto con Roberto, cuando quería hacer una segunda edición mejorada de su libro acerca de la represión en la Universidad Nacional de Cuyo y el continuismo. Trabaje a su lado, como editor, en la corrección de esa edición y en la Feria del libro de hace unos cuatro años pudimos presentarlo pero en la versión digital. Tengo entendido que EDIUNC va a publicar esa edición que mejora considerablemente la primera, en lo que hace a datos y nuevos contenidos actualizados.
Cuando empecé a escribir mi libro acerca de la militancia de los setenta, me lo encontré en los periódicos de los ochenta como un activo participante de los derechos humanos, estuvo entre los primeros que reclamaron se esclarezcan varios asesinatos y desapariciones de los setenta. Supe también de luchas ideológicas y desavenencias terribles con sus excompañeros de militancia que tuvo Roberto en el seno de las organizaciones donde estuvo y que fueron varias. No podía ser de otro modo, Roberto fue siempre un militante muy activo, perturbador, polémico, exlosivo, confrontativo, del estilo de lo que fue un Ingenieros, un Leandro Alem o un Sarmiento. A diferencia de Benito Marianetti, otro intelectual de izquierda, Roberto venía muy de abajo y tampoco fue pontificado como lo fue Marianetti, quien termino siendo convertido en una postal mendocina, pero Velez hasta el último minuto siempre fue fruto de la polémica. Roberto tuvo vida privada, una familia hermosa,  pero siempre la militancia lo marcó como proyecto de vida.
Estaba muy enfermo pero su actitud era mostrarse despreocupado y solo con "algunos problemitas", en estos meses participo del Frente Popular, y parece que no estaba bien de salud, y por eso algunas ausencias, pero siempre prometiendo que pronto se incorporaria con toda la fuerza.
Ayer, a las siete de la tarde me manda un mensaje mi amigo Guri y me avisa que Roberto había muerto.
Con el muere el estilo de militancia activa que no renuncia al pensamiento. Hoy ese tipo de intelectual de la política no abunda, es tiempo de intelectuales orgánicos, al servicio cerebral del político de turno. Es que Roberto fue claramente un intelectual sin ataduras partidarias o dogmas, lo prueban sus libros, algunos con exhaustivas investigaciones, minuciosas en describir por ejemplo como funcionaba la represión y la inteligencia del golpe. Tambien tuvo gran protagonismo en los Juicios de Lesa Humanidad.
Es dificil saber quién fue Roberto Velez, al fin al cabo, nos llegan fragmentos borrosos de los otros,  de algo cambiante y mutando. No se bien quién fue Roberto, algo si es claro, era una persona muy compleja como lo son los personajes de Shakespeare, como lo es el Citizen Kane de Orson Welles. Roberto era tan indecifrable y campeon de causas perdidas como el Quijote y la ínsula Barataria.

Náufrago de Facebook

Hoy, lunes 19 de febrero declaro mi alejamiento de Facebook. He pedido eliminar mi cuenta.

lunes, enero 08, 2018

De cómo hacer una torta y un libro

Algunos lectores me preguntan si pueden hacer la torta de cumpleaños de su hijito que ya ha cumplido siete años y escribir un libro.
En la cocina mientras bato la clara del huevo o derrito el chocolate o abro la lata de duraznos y a la vez tengo la televisión prendida y a la vez cambio los pañales de mi hijita de once meses y a la vez pospongo mi idea suicida.
Todo se puede hacer a la vez, si todo lo hacemos con intensidad mientras escuchamos la LV 10 y sus consejos a la ama de casa.
Vamos al libro, cúal es el ingrediente básico que en un libro no puede faltar: imaginación, angustia, spleen y todo eso se puede sentir para batir y lograr el clara de nieve.
Allí estas, con un libro en ciernes, sos una ama de casa, tu marido esta vendiendo algo y vendrá a las 13 con tus hijos que recogera de la escuela y qué espacio te queda para escribir un libro, ponerte del otro lado de esa biblioteca verde que tenes de novelas clásicas.
Pero podés, claro que podés, allí estás sentada en la penumbra de tu cocina, todo yace en silencio, hay unos segundos para ser vos misma, desciende como  en un bosque el siervo de la angustia, el hada de la desazón, del desasosiego. Estás allí con tu cuaderno de receta, acabas de escribir la última receta de Petrona C. de Gandulfo, de cómo hacer una torta de chocolate, la misma que estás haciendo. Y podes en el cuaderno empezar tu novela, escribir de los demonios del bosque que te visitan todas las noches, después que él se duerme y te deja tan caliente en un tiempo que no era legal ir al baño y masturbarte y masturbarte hasta que llegaba el placer.
Pero no nos desviemos, estamos hablando de la posibilidad de que empieces a escribir una novela, es una mujer que camina en la madrugada por un bosque hasta que encuentra una casa, entra en ella.
En la cocina hay una hornalla prendida, todo está como si hiciera dos minutos que se han ido, pero no hay nadie, y en un plato esta ya lista la crema para la torta. Es una torta de chocolate y tratas de terminarla. Podrías quedarte a vivir en ese mundo que estas imaginando y donde la angustia está cediendo.

Llega la noche y nadie llega, la torta no tiene a quien darle su ternura. No tienes apetito y con el estómago vacío te vas a dormir en esa casa vacía en el silencio de un bosque donde ya nadie sale. Cierras los ojos.

martes, octubre 10, 2017

Los explosivos nimios

Resultado de imagen para nimio etimologia

La palabra nimio, en latín nimĭus, significaba excesivo, abundante. Un día la palabra nimio llega al escritorio de un académico de la RAE y lee, por su presbiscia, minius, y grita: ¡Claro, coño, mínimo, pequeño, insignificante.
Pero lo nimio da lugar, como un fósforo encendido en una casa impregnada de gas, a lo excesivo, lo abundante, el fuego. Es la idea del acto fallido, de aquello que tenemos reprimido, durmiendo en nuestros cuarteles de invierno y que aguardan lo nimio para estallar.

jueves, octubre 05, 2017

Dos argentinos prenominados para el Nobel de literatura

Uno es muy conocido, Cesar Aira, el autor de Ema la cautiva,El mármol,Cómo me hice monja y unos treinta siempre desopilantes titulos donde el humor acecha como tragedia griega entre los personajes. El otro prenominados es Raul Silanes,un autor de culto que es poeta, novelista, periodista (1958). Ha sido traducido al francés, inglés, ruso, catalán, portugués e italiano, entre otros. En 2002 fue nominado para Premio Príncipe de Asturias. Para Béatrice Chenot (Universidad de Montaigne, Bordeaux, Francia), "Silanes encuadra el dolor de un pueblo prisionero de su ambigüedad, en un desierto metafórico cuya característica de celda infinita, ni siquiera permite ver las rejas".

sábado, junio 17, 2017

Dodó


Primero se llevaron a los dodó pero como yo no parezco un dodó, safé.
Después se extinguieron los mamuts pero como yo ni de lejos me les parezco, nunca me pararon.
Después se comieron a los neandertaleses pero como no huelo a neandertal no me cocinaron.
Después exterminaron a los pueblos amazónicos y a los de Tierrra del Fuego, pero de nuevo yo no tengo nada que ver con ellos y no me molestaron.
Ahora los marcianos vienen por la especie humana. Ya están los hangares repletos y cada media hora un plato volador los carga y se los llevan no se sabe adonde. Y ahora, en la fila en el hangar anotan mi nombre y amablemente me piden que los acompañe. Es tarde. Desde una pequeña ventanita la tierra se aleja hasta ser un punto azul. Los tripulantes nos miramos, perplejos.

lunes, junio 05, 2017

Matar a un niño, cuento de Stig Dagerman

MATAR A UN NIÑO

(cuento)

Stig Dagerman (Suecia, 1923-1954)

Es un día suave y el sol está oblicuo sobre la llanura. Pronto sonarán las campanas, porque es domingo. Entre dos campos de centeno, dos jóvenes han hallado una senda por la que nunca fueron antes, y en los tres pueblos de la planicie resplandecen los vidrios de las ventanas. Algunos hombres se afeitan frente a los espejos en las mesas de las cocinas, las mujeres cortan pan para el café, canturreando, y los niños están sentados en el suelo, abrochándose la blusa. Es la mañana feliz de un día desgraciado, porque este día, en el tercer pueblo, un hombre feliz matará a un niño. Todavía el niño está sentado en el suelo y abrocha su camisa, y el hombre que se afeita dice que hoy darán un paseo en bote por el riachuelo, y la mujer canturrea y coloca el pan, recién cortado, en un plato azul. Ninguna sombra atraviesa la cocina y, sin embargo, el hombre que matará al niño está al lado del surtidor rojo de gasolina, en el primer pueblo. Es un hombre feliz que mira por el visor de una máquina de fotos y ve un pequeño coche azul y, a su lado, a una muchacha que ríe. Mientras la muchacha ríe y el hombre toma la hermosa fotografía, el vendedor de gasolina ajusta la tapa del depósito y les asegura que tendrán un bonito día. La muchacha se sienta en el coche y el hombre que matará al niño saca su billetera del bolsillo y comenta que viajarán hasta el mar, y en el mar pedirán prestado un bote y remarán lejos, muy lejos. A través de los vidrios bajados, la muchacha, en el asiento delantero, oye lo que él dice; cierra los ojos, ve el mar y al hombre junto a sí en el bote. No es ningún hombre malo, es alegre y feliz, y antes de entrar en el automóvil se detiene un instante frente al radiador que centellea al sol, y goza del brillo y del olor a gasolina y a ciruelo silvestre. No cae ninguna sombra sobre el coche y el refulgente parachoques no tiene ninguna abolladura y no está rojo de sangre.
Pero, al mismo tiempo que en el primer pueblo el hombre cierra la puerta izquierda del coche y tira del botón de arranque, en el tercer pueblo la mujer abre su alacena, en la cocina, y no encuentra el azúcar. El niño, que se ha abrochado la camisa y que se ha atado los cordones de los zapatos, está de rodillas en el sofá y contempla el riachuelo que serpentea entre los alisos, y el negro bote que está medio varado sobre la hierba. El hombre que perderá a su hijo está recién afeitado y, en ese momento, pliega el soporte del espejo. En la mesa, las tazas de café, el pan, la leche y las moscas. Sólo falta el azúcar, y la madre ordena a su hijo que corra a casa de los Larsson y pida prestados algunos terrones. Y mientras el niño abre la puerta, el padre le grita que se dé prisa, porque el bote espera en la ribera. Remarán hasta tan lejos como nunca antes remaron. Cuando el niño corre a través del jardín, en todo momento piensa en el riachuelo y en los peces que saltan, y nadie le susurra que sólo le quedan ocho minutos de vida y que el bote permanecerá allí en donde está, todo el día y muchos otros días. No está lejos la casa de los Larsson: únicamente cruzar el camino, y mientras el niño corre atravesándolo, el pequeño coche azul entra en el otro pueblo. Es un pueblo pequeño con pequeñas casas rojas, con gente que acaba de despertar, que está en la cocina con las tazas de café levantadas y observan al coche venir por el otro lado del seto con grandes nubes de polvo detrás de sí. Va muy rápido, y el hombre ve cómo los álamos y los postes de telégrafo, recién alquitranados, pasan como sombras grises. Sopla el verano por la ventanilla. Salen velozmente del pueblo. El coche se mantiene seguro en medio del camino. Están solos todavía. Es placentero viajar completamente solos por un liso y ancho camino, y a campo abierto es mucho mejor aún. El hombre es feliz y fuerte, y en el codo derecho siente el cuerpo de su futura mujer. No es ningún hombre malo. Tiene prisa por alcanzar el mar. No sería capaz de matar a una mosca, pero sin embargo, pronto matará a un niño. Mientras avanzan hacía el tercer pueblo, cierra la muchacha otra vez los ojos y juega que no los abrirá hasta que puedan ver el mar, y al compás de los suaves botes del coche, sueña en lo terso que estará.
¿Por qué la vida está construida con tanta crueldad, que un minuto antes de que un hombre feliz mate a un niño, todavía es feliz y un minuto antes de que una mujer grite de horror, puede cerrar los ojos y soñar con el ancho mar, y durante el último minuto de la vida de un niño pueden sus padres estar sentados en una cocina y esperar el azúcar y hablar sobre los dientes blancos de su hijo y sobre un paseo en bote, y el niño mismo puede cerrar una verja y empezar a atravesar un camino con algunos terrones en la mano derecha envueltos en papel blanco; y durante este último minuto no ver otra cosa que un largo y brillante riachuelo con grandes peces y un ancho bote con callados remos?
Después, todo es demasiado tarde. Después, hay un coche azul cruzado en el camino, y una mujer que grita, retira la mano de la boca y la mano sangra. Después, un hombre abre la puerta de un coche y trata de mantenerse en pie, aunque tiene un abismo de terror dentro de sí. Después hay algunos terrones de azúcar blanca desparramados absurdamente entre la sangre y la arenilla, y un niño yace inmóvil boca abajo, con la cara duramente apretada contra el camino. Después, llegan dos lívidas personas que todavía no han podido beberse el café, que salen corriendo desde la verja y ven en el camino un espectáculo que jamás olvidarán.
Porque no es verdad que el tiempo cure todas las heridas. El tiempo no cura la herida de un niño muerto y cura muy mal el dolor de una madre que olvidó comprar azúcar y mandó a su hijo a través del camino para pedirla prestada; e, igualmente, cura muy mal la congoja del hombre feliz, que lo mató..
Porque el que ha matado a un niño, no va al mar. El que ha matado a un niño vuelve lentamente a casa en medio del silencio, y junto a sí lleva una mujer muda con la mano vendada; y en todos los pueblos por los que pasan ven que no hay ni una sola persona alegre. Todas las sombras son más oscuras, y cuando se separan todavía es en silencio; y el hombre que ha matado a un niño sabe que este silencio es su enemigo, y que va a necesitar años de su vida para vencerlo, gritando que no fue culpa suya. Pero sabe que esto es mentira, y en los sueños de muchas noches deseará en cambio tener un solo minuto de su vida pasada para “hacer este solo minuto diferente”.
Pero tan cruel es la vida para el que ha matado a un niño, que después todo es demasiado tarde.

“Att döda ett barn” (1948)
(Versión revisada)
[Dagerman escribió este extraordinario cuento a petición de la Asociación Nacional de Seguridad Vial de Suecia, con la finalidad de disminuir la velocidad del tráfico y evitar los accidentes. 
Su biografía: https://www.pagina12.com.ar/41907-el-verdugo-y-el-hacha 

lunes, octubre 17, 2016

El ocaso de Bob Dylan



El Ciudadano Ilustre de Salas, Daniel  Mantovani que ganó hace unos años el premio Nobel de literatura declaró esto al suplemento Babelia del diario El País del galardón otorgado a Bob Dylan:

"Bob Dylan tiene un agente que se encargará de contestarles a los reyes suecos. No le da bola y sigue con su gira. Ahora va a cantar a Las Vegas el que ha  "creado nuevas expresiones poéticas en la gran tradición de la canción americana". Esto no lo afirma Grammy, ni la academia de los Oscar, lo dice un vocero de los tipos que todos los años se juntan en algun fiordo para postular al mejor escritor del Universo. Bob Dylan está entrampado, sabe que como Obama o el presidente de Colombia no se merece el Nobel, por lo menos el de literatura y entonces ese falso reconocimiento hace daño a su trayectoria, en la que sí es el más grande".