martes, diciembre 30, 2008

Reportaje a la escritora Ripley

-De donde sacó tiempo para escribir una novela de 505 páginas?
-Tengo mis trucos, por ejemplo me descongelé unos meses antes que el resto de la tripulación, entonces como estoy sola, puedo escribir en el más absoluto silencio, sorbiendo te, mirando las estrellas y acariciendo mi gata.
-¿Pero cuando apareció el bicho?
-Allí suspendí mi escritura, hasta que lo expulsé de la nave, pero luego, y esto no sale en la peli, me quedé escribiendo y terminé la novela "Días de humo", que veo que ya ha sido traducida al español.
-¿Quiere recomendar algo a las escritoras que recién empiezan?
-Que miren las carreras espaciales, en especial que se orienten a las naves chatarreras, donde no hay nada que hacer la mayor parte del tiempo.
-Gracias teniente.
-Teniente primero, me ascendieron.

Dias de humo de la teniente Ripley

Fragmento de la novela Días de humo de Mónica Vázquez Boado. Hay una textura, una sensualidad que es como caminar por la arena de alguna playa de Carboneras, en Almería.
Pueden descargar completa en: http://teniente_tulip.bubok.com/

Capítulo 1
Apartó una rama que sobresalía de entre la verja y durante unos segundos estuvo mirando la casa de torreones que había al otro lado, a un paso de parecer mentira en medio de tanto edificio. Arrancó una hoja y la desmenuzó con los dedos mientras se ponía otra vez en marcha, dejando caer los pedacitos en la acera y formando sin querer algo parecido a un camino de hormigas. Al mismo tiempo, pensaba... Había salido de casa con una disquisición y allí seguía, enquistada; ni uno solo de los pasos que había dado en los más de quince minutos que duraba ya el paseo, había servido para distraerle; muy al contrario, la caminata había resultado perfecta para que de alguna forma se sintiese incluso obligado a analizar la cuestión. Y después de hacerlo, la conclusión a la que había llegado era que no, que Mónica estaba equivocada de la cabeza a los pies; porque el, digamos, ritmo de fornicación que mantenían era absolutamente normal.

jueves, diciembre 25, 2008

jueves, diciembre 04, 2008

La conquista de Tombuctu por Antonio LLaguno



Fue secuestrado, castrado y arrojado en una pieza oscura, junto a otros "castratis",hasta que la herida sanara. Todas las noches recordaría a su Cuevas del Almanzora y luego el secuestro, la violencia y un sueño que se repetía: la perdida de su falo.
Tombuctú, su edificio principal parece un pene, como símbolo del genera castrado que la conquistó. El libro de Antonio Llaguno: La conquista de Tombuctú, es un hermoso viaje a la eterna recurrencia de la intolerancia y la codicia, que generará una épica al mando de un castrati.

lunes, septiembre 15, 2008

Respuesta a una agente editora

Hola Silvia

Hace diez años que siempre recibo estas respuestas de editores y agencias, (ahora tienen la excusa de Solbes y las pestes) .
Una eterna y kafkiana recurrencia, que me hace pensar que ustedes lo único que gestionan son caballos ganadores y vacas lecheras, que no escarban mucho, que no son buscadores de promesas, descubridores. Si el mundo futbolístico estuviera manejado por editores y agentes, Maradona seguiría jugando en las chabolas que lo vieron nacer. Es así es miserablemente así, pero cuando en los reportajes los veos cómo viven, lo bien que viven, mientras nosotros tenemos que recurrir a los trabajos mas terribles y esperpénticos, cuando veo que tipos como Borges vivieron miserablemente y (murió miserablemente al lado de la contable Kodama), o que un Saer es un ilustre desconocido en España, o como termno su vida un Di Benedetto, o como vive mi amigo Raul Silanes, el mejor poeta vivo en idioma castellano o por lo menos uno de los mejores; y sigamos con Bolaños que murió porqué ningún cabrón editor o agente le pudo conseguir un hígado. Y yo digo que ustedes no existen como “agentes” simplemente están a la espera que seamos lo suficientemente famosos, haber ganado tantos premios, que realmente son solo intermediarios de productos demasiado probados que bajan del mostrador. En fin me parece una gente lamentable La carta de Silvia Bastos: Desestimado Raúl, Por la presente le comunicamos que, a pesar del interés de la propuesta que tuvo a bien adjuntarnos, nos vemos obligados a desestimar hacernos cargo de su gestión. Muy a nuestro pesar, debemos informarle de que en este momento el mercado editorial está padeciendo un importante receso, que obliga tanto a agentes como a editores a seleccionar muy adecuadamente los títulos a contratar- y esto a veces, en detrimento de obras de indudable calidad literaria. Le agradecemos, no obstante, la confianza mostrada al ponerse en contacto con nosotros. Atentamente, Agencia Literaria

viernes, septiembre 12, 2008

Nada se hace

He llegado despúes de siete años, y todo sigue casi igual, hay una frenética política que no produce obras públicas, tampoco trenes, etc

Cristina ausente

 En Argentina los presidentes no conversan, no son interpelados, no responden a la prensa, solo dan discursos.

Políticos hipermediaticos

¿Pero esta mina cuando trabaja, cuándo contrasta las cosas que dice?

Le digo a mi hermano, cuando veo a Lilita Carrió hace dos días por tv y ayer y hoy y en varios de los 100 programas políticos de la tv argentina.

Incansablemente mediática, Lilita contesta a todo y va por todos, es una enciclopedia, una biblioteca de Babel que responde cualquier pregunta de política argentina (si la apretan habla del acelerador de partículas del dios Cern) y en todas sabe la respuesta correcta, nunca duda, y se nota que le encanta hablar,  y por supuesto habla muy bien, es una superpolítica, una superwoman, sin incertidumbres.

Argentina: un pais metonimico

Hay un periodismo ciclico, que es el tema de las valijas, el tema se reitera y se reitera,etc, es como si el periodismo argentino no tiene mucho presupuesto o no tiene muchas ganas de tenerlo, toda la Argentina flota ante este problema que es grave por supuesto, pero no hay otros temas, todo un país varado periodísticamente en ese tema, Lacan diría que Argentina es un país metonímico, donde un fragmento crece y crece descomunalmente hasta ser más grande que la realidad misma.