viernes, noviembre 30, 2007

Calidad vs cantidad

En la cantidad está la calidad.
grafónamo anónimo

El secuestro de Patricia

¿Fue buena idea secuestrar a Patricia? Yo creo que no, que pensándolo bien, ella era solo la protuberancia de un equipo de perversos productores, porque como ella nos dice ahora, que no tuvo nada que ver con la invitación de la rusa, que ella no tenía la más minima información de que había una orden de alejamiento y que bueno el programa es un poco amarillo, un poco friky, que hay gente que viene a despacharse con una comedia, que suele estar todo arreglado y ahora esto se nos fue de las mano y cuando leo en los periodicos eso del asesinato, te juro que lo primero que decidí fue alejarme, porque estoy harta de ganarle la vida de esa forma." y mientras nos dice eso se pone a llorar y nosotros seguimos con este juicio, aunque ya no estamos muy convencidos y menos de ejecutarla y si la vamos a ejecutar es porque creo que me ha visto, cuando salía del estudio y me acerqué, si me puse la mascara, pero ella me había visto unos segundos antes, de eso estoy seguro aunque ella jura y rejura que no me ha visto.
Es imposible que encuentren el lugar, de la habitación no sale ni el más mínimo ruido, puede gritar, patalear que nada. Ahora descansa, le hemos puesto lexotanil en el yoghurt que nos pidió.
Ella hace lo que yo le digo y la verdad que me tiene endiosado, y ni se le ocurre pensar que todo esto es una locura, pero bueno acaso las mejores cosas son producto de la locura, eso siempre le digo y entonces le cuento de la revolución cubana que se decidió mientras Fidel preparaba unos fideos con el che y le doy miles de ejemplos, cuestión que no se vaya a dar vuelta.
 
 

Mal de ojo

Si hay algo que envenena mi sangre es que me miren por arriba del hombro y no se cómo, pero me doy cuenta, incluso puedo predecir quién me va a mirar por arriba del hombro y nunca le escapo a mi pronóstico. Yo lo veo venir y me digo: esa cosa me va a mirar por encima del hombre y paf, noto que me mira por encima del hombre y entonces se envenena mi sangre, es como si en ese momento me hubieran inyectado aceite reciclado y hasta me puede arruinar el día, porque es como si el que me miró me arrojó el mal de ojo. Por eso evito pasar por ciertos lugares, por eso del mal de ojo. Cuando salgo de mi apartamento planifico mi recorrido para no cruzarme con los que me miran desde arriba, lamentablemente en el supermercado seguro que me encuentro alguno y paf, ese día padeceré el mal de ojo, que ademas es acumulativo y no solo eso, sino que cada vez me cae peor, ya no es aceite reciclado, es como si me inyectaran residuos cloacales, hasta ese punto es la cosa y uno es como una caldera a punto de estallar y saben una cosa, no me gusta agarrármela con mi familia, que sería la vía fácil, le doy una paliza a mi mujer y ya está, me tranquilizo, con eso de la ley del maltrato hay que andar con cuidado y he optado por la estrategia de criticarla por cualquier cosa y la verdad que me siento aliviado pero despues a la noche me siento un cabrón, porque al fin y al cabo que culpa tiene ella de que a mi la gente me mire por arriba del hombro y eso me cause mal de ojo, nada, por supuesto que no tiene para nada la culpa. La solución criminal, juro que la he pensado, pero qué, tendría que matar a medio pueblo, no, no es práctico; durante un tiempo paraba a la gente o me le acercaba por atrás para saludarlos como forzando algo, que no me vieran por arriba, pero lo seguían haciendo. Estar todo el día hablando mal del pueblo también fue una forma indirecta de descargar el mal de ojo, pero después tampoco me siento tan bien como seria eso de darle una paliza a alguno de esos engreídos, como hacía cuando me llevaba mal con algún compañero y que la solucion de las trompadas te dejaba hecho una seda, pero tampoco es una solución razonable, ya me veo yo desafiando alguno de esos caracúlicos, sí porque tienen o ponen cara de culo, esa es la expresión que uno capta en ella; llevo las de perder llamarían a un guardiacivil y pum preso. Este es uno de los problemas que no he resuelto en mi vida y será una cruz que lleve mientras viva en Mandragoria.

jueves, noviembre 29, 2007

Un cabron mas optimista que yo

Se llama Stephen King, en literatura de lo que se trata, dice más o menos, es de escribir bien y que ese sólo y terrible rigor que es escribir bien, nos lanzará al pelotón de la cabeza de la maratón masiva que es escribir, podremos estar entre los primeros diez mil escritores, lo que ya es bastante arduo. Puede que estemos entre los primeros diez mil del mundo, de latinoamérica, España incluida, o de nuestro pais remoto de origen o de nuestra aldea.

miércoles, noviembre 28, 2007

La cena del higado

Es una cena que se hace en Mandragoria todos los años y donde mas gente miserable por centímetro cúbico podemos hallar.La cena fue un importante campo de observación para mis estudios de campo, incluso grabé  el  evento. Es el tercero al que asisto y no varían mucho uno de otro. Escuche que había gente que se había quejado por los regalos sorteados, que eran pocos. Ese fue entonces mi primer registro, que podemos tipificar de: comentario de miserable. Las caras pastosas, resecas, como si ya estuvieran muertos fue otra de las características a destacar, incluso, no hay Mandragoriano que se precie de tal que no haya hecho ya su contrato de terreno en el cementerio local. Es interesante la forma en que baila un miserable, risa estática y movimientos tipo control mental: tiesos, como los de un robot no muy perfeccionado. Haciendo uso de mi tercer ojo, pude observar el cuerpo astral de la gente que parecía anudarse o girar alrededor de la mesa como si fueran fantasmas, eso hace que todos estén pendiente de todos contra todos. A pesar de eso, aún en la desgracia y la envidia son muy unidos.

whisky

Bebida de los pueblos del norte que reemplaza al sol.

lunes, noviembre 26, 2007

Entrevista a Silanes

Fragmento de la entrevista a Silanes
“LA DESNUDEZ DEL NO DOMINIO”

Martín Campos
Universidad Nacional de Cuyo



RAÚL SILANES:
“LA DESNUDEZ DEL NO DOMINIO”
Martín Campos
Universidad Nacional de Cuyo
Raúl Silanes (1958) es uno de los escritores mendocinos más premiados,
tanto a nivel local como internacional. Comenzó a destacarse
en su tierra con la aparición de Soles Subterráneos (Premio SADE,
1982) y Devolución de Babel (Premio SADE, 1986). Años después, su
libro La Iluminada (Verbum, Madrid, 2001), significa la confirmación
del valor que la obra de este autor desarrolla “fronteras afuera”. El día
de la entrevista, muy temprano, nuestro autor afirma tener “ojos absorbentes”,
porque todavía no ha escrito nada; y prefiere mirar la cordillera
a través del ventanal, con reconcentrado fervor, como si le ayudara
a pensar. De su cara sale una sonrisa ambigua, mientras anticipa en off
“soy un trabajador a destajo de las palabras, sus ecos y sus límites”, y
nos anticipa su fama de interrumpir la entrevista en cualquier momento,
“porque hay cosas mucho más importantes que hablar de literatura”,
aclara. En la habitación donde escribe, le rodean imágenes de quienes
él aprecia, como Osvaldo Soriano, Juan Gelman, Evita, la Difunta
Correa, gente que interviene en sus novelas y sus hijos.
- ¿Qué tan imprevisible es escribir poesía?
- Más que imprevisible es misterioso, porque no sabemos hacia
dónde vamos. Es luchar contra un silencio que sofoca. Nunca se sabe
dónde va a suceder, de qué manera se va a manifestar, o a través de cuál
mecanismo íntimo. Después, como en la reconstrucción de un sueño,
se puede descubrir la victoria de las causas. Pero la creación del poema
es ingobernable y lo único que cabe al poeta es mantener la mayor disposición,
aun en las peores condiciones.
Piedra y Canto. Cuadernos del CELIM 257
Número 11-12 (2005/2006) 257-269
- ¿Quiere decir que el poeta no trabaja desde lo racional?
- Lo racional no existe en el acto inicial de crear. La mala poesía lo
es porque quien la escribió impuso su voluntad y sus deseos, que son
siempre inferiores al misterio de la creación pura. La racionalidad que
se le quiera imprimir a un poema, es muy poca cosa en comparación
con las fuerzas que el poeta puede liberar y que ni siquiera sospecha.
La poesía es lenguaje en estado salvaje, no dominado por la voluntad
humana, y por eso expresa verdades que el entendimiento nunca podría
abarcar en su totalidad. La poesía se maneja con esencias.

snip...

- ¿Pero por qué escribir tanto?
- Mientras escribo estoy vivo doblemente. Es una labor que me
ocupa y vacía, que asumo y que no niego ni reniego. Es más, la agradezco,
porque gracias a ella he podido alimentar a mi familia y creer en
mí mismo. ¿Qué más puedo pedir?